Una salida brusca de la Unión Europea supondría un shock para la economía británica y europea. Así lo aseguran los grandes bancos de la City, que no quieren perder sus negocios. Y por eso lanzan una petición: quieren seguir sujetos a las leyes de la Unión Europea durante 5 años después del Brexit. Con esta propuesta, pretenden ganar más tiempo para adaptarse al proceso de salida de la Unión Europea.
Y es que si no se acuerda una transición, las entidades temen no poder trasladar algunas operaciones fuera de Gran Bretaña o crear nuevas filiales británicas a tiempo. Su mayor miedo es que tengan que interrumpir sus actividades empresariales de forma brusca en la Unión Europea.
Normalmente, los bancos tardan unos tres años en reubicar las operaciones. Pero debido al gran número de empresas que pretenden hacerlo, las solicitudes inundarán a los reguladores y eso ralentizará el proceso. Por ese motivo, piden más tiempo.
Aunque el Tesoro británico todavía no ha tomado ninguna decisión ni se ha posicionado, teme que esta medida indigne a los euroescépticos que quieren romper con el sistema legal del bloque lo antes posible.
Por tanto, el gobierno británico está dividido: no sabe si debe apoyar la demanda de los bancos y, en caso de aprobarla, no sabe cómo hacerlo. Algunos funcionarios del Tesoro respaldan esta medida, pero el ministro del Brexit, David Davis, y la primera ministra, Theresa May, todavía no se han manifestado.
Mientras tanto, algunos grandes bancos internacionales podrían prepararse para un traslado si se produce un Brexit duro. ¿Pero dónde? El secretario general de la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia asegura que el destino sería París, mientras que en España se apunta a que Luis de Guindos mantiene conversaciones con los grandes bancos de la City para que traigan sus negocios a Madrid.