Reino Unido acaba de vivir uno de los eventos reales más vistosos de los últimos años: la esperada y mediática boda entre el Príncipe Harry de Inglaterra y la estadounidense Meghan Markle.

La boda ha costado unos 34 millones de dólares, según estimaciones de la app británica Bridebook. Es decir, que el presupuesto está en torno a mil veces por encima del de una boda británica convencional, que suele rondar los 37.000 dólares.



Por desglosar algunos de los gastos, la comida y las bebidas costarán unos 680.000 dólares; la carpa acristalada, 400.000; las flores, 130.000 y el vestido de la novia 270.000 dólares, según la CNBC. El mayor gasto será el de la seguridad: costará unos 30 millones de dólares, y correrá a cargo de los contribuyentes.

La Familia Real se encargará de los principales gastos, como la Iglesia, la música, la decoración y la recepción posterior, excepto el vestido, que se lo paga la novia.

¿DE DÓNDE SACA LA CASA REAL EL DINERO PARA PAGAR LA BODA?

La fortuna de la Reina ronda los 470 millones de dólares y sale sobre todo de tres vías: por un lado, está la subvención soberana, que es una especie de pago fijo del Tesoro británico a la reina con el que se pagan los salarios de los empleados de la familia, viajes oficiales y mantenimiento de los palacios, según CNN Money.

Luego está el Privy Purse, que es un ingreso privado para costear los gastos que generan otros miembros de la realeza y, por último, las inversiones privadas de la propia Reina, que consisten sobre todo en acciones de empresas privada destacadas.

IMPACTO EN LA ECONOMÍA BRITÁNICA

Pero no todo son gastos en esta boda, también hay ganancias. Se calcula que el evento podría inyectar 1.400 millones de dólares a la economía británica, según MarketWatch. Será gracias a varios factores: el turismo, que podría aportar unos 400 millones de dólares extra; el gasto en restaurantes, que podrían ser unos 330 millones o el merchandising, la gente se gastará unos 70 millones de dólares en todo tipo de souvenirs.

Por cierto, los bares estarán abiertos este fin de semana hasta la 1 de la madrugada, normalmente lo están hasta las 11 de la noche, y según la Asociación Británica de Cervezas y Bares, este fin de semana británicos y turistas se dejarán unos 30 millones de dólares para beber a la salud de los novios.