El crecimiento del nivel educativo de generación en generación se ha estancado en el último medio siglo. Esto hace que la posición socioeconómica de los padres sea hoy igual de determinante para el futuro de las personas como lo era en la década de 1960. El Banco Mundial alerta que esto tiene como consecuencia el desperdicio del potencial de cientos de millones de personas y, por tanto, una crisis de capital humano en todo el mundo. Por ello, el organismo hace un llamamiento para eliminar ese freno y cumplir con la meta de erradicar la pobreza extrema en 2030.
Es una de las conclusiones que avanza hoy el organismo en Capital Radio y que se concretarán en un nuevo informe a principios de 2018. Según el estudio, solo la mitad de las personas nacidas en economías en desarrollo en la década de 1980 tienen un mayor nivel educativo que sus padres, unos datos que son especialmente negativos en África subsahariana, donde solo el 12% tienen mejor educación que sus progenitores, en comparación con el 80% de la misma generación en Asia oriental. Óscar Calvo González, Economista y Líder de Sector del Departamento de Gestión Económica y Reducción de la Pobreza del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, explica que el organismo prepara también un nuevo indicador que tendrá en cuenta variables de capital humano no medidas hasta ahora, como nutrición, calidad de la educación o la sanidad.
Por otro lado, el Banco Mundial destaca también en su última reunión que la región latinoamericana está creciendo nuevamente, con mejoras destacadas para países como Argentina y Brasil. Un crecimiento que se basa cada vez más en fuentes propias y en el mercado doméstico. En esta región la presión sobre la política monetaria es cada vez más difícil, debido a la alta presión fiscal, agravada por los recientes desastres naturales. Esto deja poco margen a los gobiernos, que apuestan por políticas monetarias contracíclicas.