El Banco de Inglaterra sube los tipos de interés por primera vez en una década. El organismo que preside Mark Carney ha elevado el precio del dinero un cuarto de punto, hasta el 0,50% desde el 0,25% anterior. Siete de los nueve miembros del Consejo de gobierno han votado a favor de elevar tipos y dos se han decantado por mantenerlos.
Esta subida de tipos llega después de que el Banco de Inglaterra decidiera bajarlos como respuesta al resultado del referéndum del brexit el 23 de junio de 2016. Los miembros del BoE se muestran preocupados por las consecuencias de la salida de la Unión Europea en la economía británica, por lo que es poco probable otro aumento inminente y el consenso del mercado espera la próxima subida para finales de 2018 y otra ya en 2020. Mark Carney reconoce el impacto: “Las incertidumbres asociadas con el brexit pesan en la actividad doméstica, que se ha desacelerado a pesar de que el crecimiento mundial ha aumentado significativamente. Y las restricciones relacionadas con el brexit sobre la inversión y la oferta laboral parecen estar reforzando la marcada ralentización que ha sido cada vez evidente en los últimos años en la velocidad a la que la economía puede crecer sin generar presiones inflacionarias. El impacto del brexit en las previsiones evolucionará a medida que avancen las negociaciones”.
El Banco de Inglaterra mantiene sus previsiones de crecimiento e inflación y pronostica un aumento de los precios del 2,2% este año, ligeramente por encima del objetivo del 2%. Con el movimiento de hoy, el organismo monetario pretende también frenar el avance del IPC, que en septiembre alcanzó el 3%.
El Comité ha votado unánimemente a favor de mantener en 10.000 millones de libras mensuales la compra de deuda de empresas y deja intacto el balance que alcanza ya los 435.000 millones de libras esterlinas. El BoE considera que “la política monetaria continuará proporcionando un apoyo significativo a los puestos de trabajo y la actividad en las circunstancias excepcionales actuales”.