Promesas incumplidas. Olvidos injustificados. Incremento desmesurado del combustible. Merma de beneficio. Situación insufrible la que están viviendo nuestro sector del transporte por carretera en España. Hace un año se convocó un paro para protestar por este escenario tan difícil que atraviesan y el Gobierno se comprometió por escrito a aplicar una serie de medidas que aún no han visto la luz, según indica ASTIC.
Por ese motivo, los transportistas vuelven a convocar unos días de paro en los días previos a la Navidad. Para contarnos la última hora, hoy en la Entrevista Capital hemos hablado con Ramón Valdivia, director general de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC).
Valdivia asegura que aún hay tiempo para evitar la huelga convocada en diciembre porque "el Comité Nacional de Transporte por Carretera dio un plazo de cinco semanas para encontrarnos con las autoridades competentes". No obstante, todavía no se ha producido ningún encuentro, aunque "informalmente" se ha programado para los próximos días.
La base del conflicto nace en los "estrechos márgenes" con los que cuentan los transportistas por carretera: "El incremento desmesurado del coste del combustible y los supuestos peajes merman radicalmente los beneficios de los transportistas", afirma Valdivia.
"Falta voluntad política", indica, pero se muestra optimista en que este contexto se revierta antes de llegar a los días de huelga marcado. Considera que su trabajo supone un "bien de servicio" para la sociedad española y, como tal, ha de atenderse con la importancia que se merece.
Con respecto a la inflación, Valdivia considera que se encuentran "estrangulados", llevando a muchos transportistas a trabajar para minimizar pérdidas en lugar de alcanzar beneficios. "El sector es muy fragmentado con muchas empresas con un solo vehículo que impide repercutir en el precio esa subida de los costes".
Pugna con el transporte ferroviario
"El sistema de transporte preferido es la carretera porque da la flexibilidad, puntualidad y capilaridad que se necesita en el actual entramado empresarial y de comercio". A juicio de Valdivia, el transporte ferroviario ha de ser atendido, pero no a costa de las infraestructuras por carretera.
"Este deseo por subvencionar el transporte ferroviario choca con las históricas faltas de inversiones que sufre la carretera". En este sentido, hace referencia a los lugares de descanso y aparcamiento "bien acondicionados".