El país vecino fue uno de los grandes afectados durante la crisis económica por la que, como ocurrió en España, parte la ciudadanía portuguesa emigró buscando mejores trabajos y oportunidades.
Por ello, el gobierno luso anunció el pasado marzo una medida para intentar frenar el envejecimiento de la población y favorecer la natalidad llamada “Programa de retorno”.
El programa, ya en marcha desde el pasado julio, ofrece el abono de 6.500 euros a los emigrados que se fueran del país antes del 31 de diciembre de 2015, que vengan con un contrato, residieran al menos 12 meses y comenzaran a trabajar en Portugal entre el 1 de enero de 2109 y el 31 de diciembre de 2020. Esta medida, calcula el gobierno, beneficiaría a unos 1.500 portugueses y conllevaría un desembolso de 10 millones de euros que el Instituto de Empleo y Formación Profesional (IEFP) ya ha preparado.
Además de esa cantidad, los portugueses o descendientes de los mismos que cumplan las condiciones podrán beneficiarse de un descuento del 50% en el IRPF durante cinco años. Por otro lado, el gobierno cargaría con los costes de transporte y se plantea habilitar líneas de crédito especiales para aquellos emigrados que quieran invertir en Portugal.