A pesar de las medidas que ha ido aprobando el gobierno en los últimos días, los sectores más afectados, como el turismo, piden acciones concretas para su negocio. Es el caso de las agencias de viajes, ya que debido a la declaración del estado de alarma, nadie puede viajar.
Para todas las compañías, sobre todo las pymes, el problema principal está siendo la liquidez. Pero esto se agrava para las compañías del sector turístico, cuyo negocio está completamente paralizado.
Carlos Garrido, presidente de CEAV, la Confederación Española de Agencias de Viajes, explica que estamos ante una situación sin precedentes. Piden al gobierno cambios en la ley de viajes combinados, para que se establezca de quién debe ser la responsabilidad de las cancelaciones en los diferentes casos.
Carlos Garrido, presidente de CEAV, la Confederación Española de Agencias de Viajes, explica sus peticiones ante el impacto del coronavirus
Y es que depende de cómo se haya contratado la habitación, el cliente tendrá derecho o no a cambios o anulaciones. De todos modos las cadenas hoteleras están flexibilizando su política ante la situación.
En vista de toda esta incertidumbre, desde CEAV todavía no se atreven a dar cifras, porque estamos ante una situación sin precedentes.
El propio Garrido explicaba a finales de febrero en Capital Radio que tras una crisis sanitaria en algún país, el turismo tarda en recuperarse completamente unos seis meses.
Pero nunca se había visto una pandemia de estas características, con lo que el impacto puede ser enorme. La semana santa ya está perdida y veremos qué pasa de cara al verano.
Las compañías ya están tomando medidas. Por ejemplo hoy Meliá Hotels ha anunciado el cierre de 59 hoteles, 45 de ellos en España.
Impacto millonario para aerolíneas y aeropuertos
Duro golpe también para los aeropuertos, el Consejo Internacional de Aeropuertos en Europa ha presentado una previsión de pérdidas de ingresos de 2.000 millones de euros solo en el primer trimestre en el Viejo Continente y pide que se salvaguarde su actividad.
Además el Gobierno español sopesa el cierre del espacio aéreo. El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska admitía esa posibilidad pero destacaba que de momento el tránsito aéreo se ha reducido al 50%.
Un durísimo golpe para un sector que aporta el 12% del PIB español.