El objetivo es aprovechar la privatización que está llevando a cabo en ciertos sectores el gobierno brasileño. Da la casualidad de que son dos gobierno acechados por la corrupción. La negociación entre la Unión Europea y Mercosur está agotada, así que España trata de aprovechar el momento para relanzar las relaciones bilaterales con el país que ahora preside Michel Temer. Es cierto que es un país en recesión en el que no hay confianza empresarial, y el apoyo a la clase política es casi inexistente, pero Rajoy quiere refozar las bases de futuro.
Más allá de la corrupción que también acecha al gobierno de España, la gira del presidente permite al país situarse en el centro de la escena latinoamericana, dando la sensación de que España seguirá siendo uno de los socios principales para Brasil, Uruguay y el resto de países de la región.