Para Wall Street este año la Semana Santa se ha adelantado. Un tiempo de penitencia, de expiar los pecados, representados en los altos precios que habían alcanzado algunas cotizaciones. Desde enero, el panorama se ha enturbiado en Nueva York y la política arancelaria de Donald Trump no ha hecho otra cosa que condenar al mayor mercado del mundo.

Los índices han tenido que cargar con esa cruz durante varias sesiones hasta desplomarse. El rumor de un receso de 90 días de los aranceles levantaba los ánimos a media sesión el 7 de abril, pero la Casa Blanca salía rápidamente a desmentir esa información para hacer más profunda la caída.

Wall Street encontraba consuelo con la confirmación de esos primeros rumores el miércoles 9 de abril, cuando Trump postergaba la aplicación de las tasas durante 90 días. Ahora, mientras ni el mercado ni los especialistas saben qué postura tomar, ha caído la cruz en el S&P 500, que viene de rebotar cerca de un 9% en las últimas cinco sesiones.

Vía Crucis de Wall Street: Pasión, 'Cruz de la muerte' y... ¿Resurrección?

El mercado americano busca rebotar, pero los analistas no coindicen en si se ha tocado ya el suelo de esta caída.

¿Qué es la 'Cruz de la muerte'?

No se alarmen, la realidad no es tan grave como dicta el titular, pero es cierto que el gráfico del índice ha marcado un patrón que se conoce como la ‘Cruz de la muerte’, un fenómeno que tiene lugar cuando la media móvil de 200 sesiones se sobrepone a la media móvil de 50 sesiones.

Es un indicativo bajista que viene a decirnos que las expectativas a corto plazo están por debajo de las de medio plazo. Previo a los desplomes de 1981, 2000 y 2007, se apreciaba esta casuística. Pero no es una certeza apocalíptica. En los últimos 50 años se ha producido 24 veces y, normalmente, se ha dado cuando lo peor de la caída ya había acontecido.