El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ejecuta la resolución emitida por el mecanismo homólogo en Bruselas, y vende Banco Popular a Banco Santander por la simbólica cifra de un euro. Desde la Junta Única de Resolución consideran inviable el plan propuesto desde la directiva que preside Emilio Saracho, y toman la iniciativa. Aseguran, además, que no será necesaria ningún tipo de ayuda pública ni de intervención a través de esquemas de protección de activos.
Banco Santander deberá ampliar capital en 7.000 millones de euros, que irán destinados a "provisiones adicionales" (según Banco Santander esas nuevas provisiones serán de 7.200 millones de euros, para cubrir los activos tóxicos procedentes del negocio inmobiliario). Desde la entidad que preside Ana Patricia Botín afirman que la ampliación de capital está asegurada y que los actuales accionistas de Banco Santander tendrán en todo caso derecho de suscripción preferente.
Desde la entidad aseguran que con la adquisición de Popular se sitúan como líder en el sector de pymes con el 25% de cuota de mercado. La cuota de clientes, por su parte, crece hasta el 19% en el mercado nacional. En conjunto, ambas entidades cuentan con 1.762 sucursales, y 11.911 empleados. Con esta operación, desde Banco Santander esperan que las sinergias entre ambas entidades permitan reforzar su posición en España, Portugal e Italia. Respecto al aumento que supone en términos de costes y del ratio de eficiencia, desde Santander confían en reducir esos costes en 500 millones de euros hasta 2020, igual que esperan que el ratio de eficiencia, que se eleva hasta el 60%, se reduzca en diez puntos básicos (hasta el 50%) en tres años.
Vea aquí la rueda de prensa del Banco Santander: