China continúa delimitando los accesos y la venta de viviendas en la nueva zona económica del país, Xiongxian. Por el momento es solo una zona de 100 kilómetros cuadrados, pero la realidad es que se va a extender a 2.000 kilómetros y que la euforia por vivir dentro de esa nueva zona está desatada en todo el país. Muchos ciudadanos se han desplazado hasta esa nueva zona para comprar una vivienda, y aunque está prohibido vender casas dentro de los 100 km, la realidad es que se están vendiendo en los alrededores, por lo que el gobierno ha tenido que ampliar la prohibición. Vivir en una zona económica especial permite un crecimiento económico a la familia muy importante, el acceso a universidades y a trabajos bien remunerados relacionados con las exportaciones y las finanzas. Muchas familias ven en esta nueva zona su ocasión para medrar, pero eso hace que los precios se estén disparando. Antes de la prohibición, la vivienda vió como en apenas 12 horas su precio se duplicaba en la región de Hebei, centro de la nueva zona económica especial de Xiongxian.
Entretanto, los bancos centrales dominan la escena política y económica en Asia, lo que no evita las caídas en los principales mercados, con el Nikkei japonés cerrando con un retroceso superior al punto porcentual. Japón ha colocado bonos a diez años al 0,06%, en línea con las estimaciones de su propio banco central, para quien mantener ese interés cercano al cero por ciento es uno de los principales objetivos. El Banco de Australia, por su parte, mantiene los tipos de interés en el 1,50% y advierte de una débil recuperación macroeconómica.
En Corea del Sur las compañías automovilísticas Hyundai y Kia han anunciado un nuevo recorte en la producción de vehículos en China. Sus ventas en el gigante asiático en el mes de marzo cayeron un 52% por la competencia pero sobre todo porque el gobierno chino está actuando contra las compañías coreanas desde que el gobierno de Seúl permitió a finales de febrero instalar una base antimisiles estadounidense en suelo surcoreano. En teoría es para responder a la amenaza que supone Corea del Norte, pero el ejecutivo chino ha comenzado un boicot que ha hecho mucho daño a las ventas de vehículos de Hyundai y de Kia.
Y dentro de Corea del Sur, de nuevo Toshiba salta a la primera plana. Trata de convencer a los bancos del país para que le concedan una línea de préstamos y créditos especiales con la que afrontar los problemas de caja que ha generado su división nuclear, Westinghouse. Por el momento, la negativa de los bancos le ha hecho perder casi un 10% en bolsa en la jornada de hoy.