Índices en negativo esta madrugada en Asia, con claro protagonismo empresarial. En China, las empresas industriales logran aumentar sus beneficios un 32% en los dos primeros meses del año. 147.000 millones de dólares más gracias al aumento de los precios de las materias primas. Además, el gobierno, que quiere deshacerse de buena parte del capital de algunas empresas, está apunto de lograrlo en China Southern Airlines.
La aerolínea realizará una ampliación de capital que suscribirá American Airlines, aunque no ha quedado claro el porcentaje que la americana tomará sobre la china. Este acuerdo permitirá al gobierno deshacer parte de su posición sobre China Southern Airlines. Es la segunda vez que una compañía estadounidense realiza un acuerdo de este tipo; Delta Airlines posee el 3,5% de China Eastern Airlines.
Todavía en China, el Postal Saving Bank of China emitirá deuda preferente para captar 7.270 millones de dólares, algo que hay que añadir a la deuda que ya colocó la semana pasada. De nuevo vuelve a ser un movimiento que permite al gobierno chino diluirse como accionista de esta entidad. Ya en febrero el ejecutivo dejó clara su intención de ir saliendo de la mayoría de las empresas de las que forma parte, de manera que pueda centrar sus esfuerzos de financiación en proyectos estatales, en lugar de paliar la deuda de las distintas compañías.
Esta mañana ha publicado cuentas la petrolera estatal Sinopec, que eleva su beneficio neto un 44% gracias a la mejora de los márgenes de refino, que dispararon sus ganancias en el cuarto trimestre del año (un 17,25%). La subida del precio del crudo en 2016 fue también fundamental para lograr la mejora de los resultados.
En Japón hemos podido leer las actas de la última reunión de su Banco Central, en las que, aunque se mantienen los objetivos de inflación y crecimiento, y se deja intacta la política monetaria, también se aprecia un giro importante. Algunos miembros de la entidad hablan ya abiertamente de la necesidad de comenzar a recortar los estímulos monetarios.
De nuevo en clave empresarial, en Corea del Sur Toshiba sigue dando vueltas a qué hacer con su división nuclear estadounidense, Westinghouse. Según varias agencias, a lo largo del día de hoy presentará la solicitud de bancarrota, que podría aprobarse este mismo martes. De esta forma, Westinghouse entraría en quiebra y podrá buscar la manera de reestructurar el agujero de 9.000 millones de dólares que presentó en sus últimas cuentas.
Hyundai Motor también es protagonista en Corea. Se deja cerca de un 3% en bolsa después de anunciar la suspensión de la producción de sus plantas en China, debido al exceso de stock. La actualización de la normativa en el país ha derribado sus ventas en el último mes, y Hyundai reacciona de esta manera. Prefiere dar salida al stock existente, y retomará a finales de semana la producción en sus fábricas chinas.