El CEO de Pfizer ha estado en boca de todos esta semana por vender un 62% de sus acciones al dispararse en bolsa por el anuncio de la eficacia de su vacuna. Aunque muchos cuestionan la ética de esta decisión se trata de una operación legal, puesto que no hace uso de información privilegiada.
Pero este tipo de transacciones bursátiles no solo ocurren en Wall Street. Josep Borrell, Villar Mir o Paz-Andrade son solo algunos de los nombres españoles que se aprovecharon de las subidas de sus empresas en bolsa para enriquecerse de forma cuestionable, y en algunos casos ilegal.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
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Sin ir más lejos, también hay empresarios del Ibex que han aprovechado las subidas provocadas por Pfizer esta semana para hacer caja. Según los registros de la CNMV, el director general de Caixabank vendió más de 40.000 acciones por unos 75.000 euros entre el lunes y martes, después de que el banco se disparara en bolsa un 15% y un 8% respectivamente.
A otras empresas no les ha sentado nada bien la noticia de Pfizer y se han desplomado en bolsa. Pero en este caso también hay quien ha conseguido hacer caja antes de la tempestad bursátil. Luis Mora, el director de PharmaMar, vendió acciones por 30.000 euros el pasado viernes, la última sesión bursátil anterior a la noticia de Pfizer que la hizo desplomarse casi un 20% en varias sesiones.
El caso español más parecido al del CEO de Pfizer
Para encontrar uno de los casos españoles más parecidos al del CEO de Pfizer hay que remontarse a noviembre de 2017. Entonces, un consejero de Fluidra aprovechó que la empresa subió un 18% en bolsa en un día tras anunciar su fusión con Zodiac para vender 20.000 acciones por 213.000 euros.
Como el CEO de Pfizer, el consejero vendió miles de acciones aprovechando la subida provocada en el valor por una noticia que ya se había lanzado públicamente al mercado. Sin embargo, hay otros casos en España donde sí se ha utilizado información que estaba exclusivamente en su poder para ganar dinero en bolsa.
El caso más sonado es el del ex ministro Josep Borrell, que durante su periodo como consejero de Abengoa en 2015 vendió acciones de la empresa por más de 9.000 euros justo antes de conocerse que la compañía había presentado el preconcurso de acreedores. Años después fue sancionado por la CNMV con 30.000 euros por el uso de información privilegiada.
Otro de los casos más curiosos fue el de Villar Mir en OHL, aunque aquí no hubo uso de información privilegiada. El 7 de junio de 2018, el magnate cobró 50 millones de euros de un dividendo extraordinario de la constructora que él mismo, como principal accionista, decidió repartir por la venta de una de las filiales de OHL en lugar de reinvertirlo en la compañía.
Ese mismo día Villar Mir vendió un 12% de su participación para ganar otros 98 millones de euros después de haber ingresado 50 millones del dividendo. Si hubiera alterado el orden de los factores, el importa del dividendo a percibir hubiera sido menor.
Pero uno de los casos con el que más tajada se ha sacado en la historia bursátil española y que posteriormente ha sido sancionado por la CNMV está en Pescanova. Uno de sus consejeros vendió acciones de la empresa por 2,5 millones de euros en febrero de 2013, un mes antes de pedir el preconcurso de acreedores.
No lo comunicó a la CNMV hasta abril, cuando la ley obliga a hacerlo en los cuatro días hábiles posteriores a la operación. Por este motivo tuvo que pagar una multa de la CNMV de 100.000 euros, apenas un 4% de lo que ingresó con esa operación.