El BBVA ha registrado unas pérdidas netas de 1.792 millones de euros en el primer trimestre, hasta marzo, por las provisiones y saneamientos en EEUU. En concreto, por el impacto del ajuste del fondo de comercio en el país de 2.084 millones de euros y unos saneamientos de 1.433 millones de euros por la crisis COVID-19.
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El beneficio recurrente alcanza los 1.258 millones. Esto es una subida de un 6,4% interanual impulsado por el mayor margen neto de los últimos diez años (+14%). Ha sido gracias al buen comportamiento de los ingresos y y a la contención de los gastos de explotación, señala la entidad.
La entidad no pagará ninguna cantidad en concepto de dividendo correspondiente al ejercicio 2020 hasta que desaparezcan las incertidumbres generadas por COVID-19. En ningún caso, antes del cierre de dicho ejercicio.
BBVA era el único de los bancos españoles que aún no había modificado o cancelado la retribución al accionistas con motivo de la COVID-19.
Impacto del Covid-19
El margen de intereses ha alcanzado los 4.556 millones de euros, lo que supone un incremento interanual de un 7,5% favorecido por la buena evolución de Turquía, América del Sur y, en menor medida, México.
Las comisiones netas, en las que destaca la buena evolución de sus unidades en España y en Estados Unidos, ha subido un 6,3% hasta los 1.258 millones de euros.
El ratio de capital CET1 "fully loaded" ha bajado 90 puntos básicos desde el cierre de 2019 hasta el 10,84% afectado por la evolución de los mercados en el primer trimestre, el crecimiento de la actividad y la anticipación de los saneamientos pro la crisis de la Covid-19.