Madrugada de martes con tono mixto para los índices asiáticos, con Australia o China cayendo cerca de un punto porcentual pese a los ligeros avances del Nikkei en Tokio. Precisamente allí aterriza hoy el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, para evaluar las relaciones comerciales entre Japón y el país norteamericano, aunque el foco de atención está en la amenaza nuclear que supone Corea del Norte.
De la política de defensa hablarán Mike Pence y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, aunque no ofrecerán ninguna rueda de prensa al respecto. Sí lo harán tras el encuentro entre Pence y Taro Aso, el ministro de finanzas japonés. La relación económica entre ambos países pasa por un momento delicado debido al proteccionismo de la administración Trump, que perjudica a las empresas exportadoras niponas. Ambos mandatarios enfocarán también su encuentro en la regulación de las inversiones en ambos países, y buscarán puntos de encuentro para cooperar en materia de infraestructura y energía.
Pendientes de ese encuentro están en China, donde también preocupa especialmente la escalada nuclear norcoreana, y donde esta mañana hemos conocido los precios de la vivienda correspondientes al mes de marzo; subieron un 11,30%. Un aumento que queda por debajo de las expectativas pero que da una idea de lo que está ocurriendo con el mercado inmobiliario, donde el gobierno chino trata de frenar a toda costa el aumento de los precios, y limita la concesión de hipotecas, en aras de evitar la caída de una burbuja inmobiliaria (como ocurriera, entre otros, en España). El consenso de analistas del sector considera que este aumento de marzo se debe a un impulso comprador previo a la entrada en vigor de muchas de las medidas que el gobierno ha puesto en marcha. Dentro del sector bancario chino, China Everbrigth Bank ha colocado esta madrugada 3.300 millones de yuanes (426 millones de dólares).
En el mercado de divisas, hoy el dólar gana algo de fuerza frente al yuan y frente al yen, las principales divisas asiáticas, mientras que el Banco de Australia pone precisamente ahí uno de los focos de atención. Pide cautela ante lo que considera un entorno global difícil, y confía en que la guerra de las exportaciones, que desde hace años está instalada en el mercado de divisas, no desemboque en un freno excesivo para algunas economías. De las minutas sobre la última reunión del banco central australiano se desprende también una mejora en las condiciones económicas, aunque consideran que es pronto para realizar ningún cambio agresivo en su política monetaria.