La licencia básica vuelve a estar en el punto de mira de los promotores que aún no han obtenido una respuesta, porque sin licencias rápidas, ni industrialización y con las jubilaciones que se esperan en el sector, la Asociación de Promotores y Constructores de España ( APCE) asegura que veremos un mayor encarecimiento del precio de la vivienda.
La licencia básica se inserta en el procedimiento de licencia como un mecanismo facilitador de la actividad edificatoria, adelantando y agilizando el control de los requisitos urbanísticos esenciales en obras de nueva planta, sustitución o reestructuración total. Los parámetros edificatorios analizados y validados en la licencia básica, a través de la necesaria resolución administrativa, habilitan a su titular a iniciar la ejecución de los principales capítulos de obra, como son la cimentación y estructura, el cerramiento de fachadas y las cubiertas. En términos de ejecución material, las obras autorizadas por la licencia básica abarca entre el 70-80% del presupuesto de ejecución material de una obra, en función de los sistemas constructivos empleados y la tipología del inmueble.
¿Cuál es la problemática a la que se enfrenta ahora la licencia básica? A finales del año pasado, el Banco de España emitió un dictamen por el que considera que no es el organismo competente para determinar si la licencia básica tiene los mismos efectos a nivel financiero que la tradicional licencia de obra, y trasladó la consulta, realizada por la Asociación Españolas de Análisis de Valor (AEV), a la Dirección General del Tesoro. Pero, mientras que este organismo lo resuelve, el Banco de España aplica la interpretación más restrictiva, es decir, la condicionante. Esto supone un coste frente a los retrasos en la concesión de licencia de más de doce meses, en comparación a los tres actuales y ese coste se traslada al cliente.
“Se está matando a la licencia básica. Las tasaciones van con un condicionante y esto es una línea roja que una entidad financiera no puede cruzar y si no dispones del préstamo promotor para iniciar las obras, no sirve de nada. La industrialización solucionaría el problema de falta de oferta de vivienda que hay ahora para satisfacer la fuerte demanda. Lo más grave es que hasta que haya una resolución la financiación se paraliza y esta generando unas pérdidas de 35.000 euros cada tres meses", declara Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la APCE, en rueda de prensa.
Por otro lado, Juan Antonio apunta "vamos a crear un observatorio del alquiler para hacer seguimiento a la Ley de Vivienda: analizaremos las consecuencias de las zonas tensionadas en aquellas comunidades autónomas donde se pongan en marcha". Este observatorio se ejecutará dentro de la Comisión Vivienda y Urbanismo de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), de la que Juan Antonio Gómez-Pintado también es presidente. "Va a ser un observatorio riguroso y basado en datos, no en opiniones. No solo vamos a analizar el comportamiento de los precios a nivel nacional, sino también la evolución de la oferta, que es la que acaba condicionando", asegura Beatriz Toribio, secretaria general de APCE,durante la reunión.
Juan Antonio Gómez-Pintado tiene que claro que para que se solucione el problema que vivimos hoy con la vivienda hay que hacer frente a estos puntos: Ley del suelo estatal, ley de la vivienda., fiscalidad, colaboración público-privada, ayudas a los fondos Next Generation e industrialización.
Además, la patronal ha valorado positivamente la aprobación este martes en el Consejo de Ministros de la línea de fondos del ICO para financiar la promoción de vivienda que se destine al alquiler asequible y la de avales para la adquisición de viviendas por parte de jóvenes y familias. "Es una buena noticia que haya esa cantidad de dinero", señaló Gómez-Pintado. A mayores, el presidente de la APCE exigió a las diferentes administraciones que tengan en cuenta sus exigencias a la hora de redactar los pliegos para la promoción de estas inmuebles con precios de arrendamiento por debajo de mercado para evitar que queden desiertos, como ya ocurrió en Andalucía.