Alquilar una cocina, un sofá o una cama será posible en Ikea en 2020. La compañía sueca ha anunciado hoy que a partir del año que viene alquilará sus muebles en periodo de prueba en todos los mercados en los que opera. Pero esto no es nuevo, en febrero ya anunció que iba a empezar a testar este nuevo modelo de negocio en Suiza con muebles de oficina, así que las pruebas no deben haber ido del todo mal si ahora está dispuesto a extenderlo a todo el mundo.
Es la receta de Jesper Brodin, CEO del grupo propietario de Ikea, para reformar su cada vez más anticuado modelo de negocio. Un modelo que obliga a los clientes a viajar largas distancias hasta los almacenes Ikea para luego volver a casa y tener que montar los muebles. Algo que contrasta mucho con la cultura del ‘ahora’ y del ‘click’ tan extendida en la actualidad sobre todo entre los jóvenes.
Pero no solo eso, con el ‘leasing’ de sus muebles Ikea quiere dar un paso más en su estrategia eco-friendly y reutilizará y reciclará sus muebles hasta no poder más. Una maniobra más para conquistar a los jóvenes que, curiosamente, son uno de los grupos sociales más comprometidos con el medioambiente. De hecho, según una encuesta de Morgan Stanley, los millennials son dos veces más propensos que el público general a invertir en compañías y fondos socialmente responsables.
¿Cómo funcionará la idea de Ikea? El sistema es el siguiente: en algunos casos funcionará como un modelo de suscripción y en otros como paquetes de alquiler con los que el cliente alquilará un mueble y, cuando ya no lo quiera, lo devolverá a Ikea, donde será restaurado para volver a ser alquilado.
Pero, ¿es esa la solución a un modelo de negocio que está cada vez más obsoleto? Lo que está claro es que ya es tendencia en algunos sectores. Uno de los ejemplos es el de Rent the Runway, que permite alquilar prendas de lujo que a veces solo nos ponemos en una ocasión a un menor precio, o el del alquiler de coches, un modelo que ya tiene muchos años y que hace que tener un coche sea más asequible.
Pero los muebles, al contrario que los coches o las prendas de lujo, son baratos y se utilizan a diario. Así que parece obvio que el incentivo de comprar algo caro que apenas usamos por menos dinero de cuando alquilamos esos artículos no está presente en el alquiler de muebles. Pero como toda innovación, podría sorprender y salir muy bien, convirtiendo a Ikea en pionero en su sector, o salir mal y alejar a la compañía sueca todavía más de la modernización que tanto ansía.