Desaceleración económica global, un entorno político nacional complejo y unas políticas fiscales dudosas son los principales riesgos a los que señala Moody's cuando se refiere a la economía española. A pesar de las dudas que generan situaciones como el juicio del procés y el conflicto abierto con los independentistas de Cataluña o la improbable aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, la agencia de calificación mantiene su perspectiva positiva sobre la nota española en Baa1 Estable.
"Esos son los mayores riesgos, sumados al entorno internacional, tanto para España como para Europa, con Italia y el brexit como los más importantes", explica Kathrin Muehlbronner, vicepresidenta senior de riesgo soberano de Moody’s a Capital Radio.
La agencia está de acuerdo con las críticas sobre la previsión de recaudación de los PGE. "Veo muy difícil recaudar esos impuestos, porque tampoco tienen el marco legal para recaudarlos. Pensamos que el déficit público de España va a ser más alto del 1,3% que tenía como objetivo el anterior Gobierno y del 1,8% del Gobierno actual. La posición fiscal será menos favorable", advierte la experta.
Muehlbronner augura elecciones anticipadas si no se aprueban las cuentas de 2019 en el Congreso y del resultado que den las urnas podrían depender futuras subidas de la calificación por parte de la agencia. Moody's prefiere un Gobierno mayoritario y con agenda reformista pero reconoce que una situación política y sin mayoría en el Ejecutivo no ha pasado mucha factura en el pasado a la economía nacional.
Lo que preocupa más es la elevada deuda. Pronostica que en 2018 haya alcanzado el 97,3% del PIB y en 2019 baje al 96,3%. "Para subir la calificación española tendríamos que ver un crecimiento sostenido, robusto y sólido, incluso si hay desaceleración en Europa. Deberíamos ver un Gobierno que avanza en las reformas y en la consolidación fiscal, con una política fiscal que ayude a reducir una deuda que en España está muy alta", añade Muehlbronner.
Respecto a Cataluña, es un asunto que vigilan pero consideran que la probabilidad de ruptura es baja: "Ya hemos sabido de la situación y de las tensiones con Cataluña durante una temporada y hemos subido la nota de España en abril del año pasado conociendo ya esas tensiones que en sí no son un riesgo para la nota".
Moody's espera que el PIB español avance un 2,3% en 2019, con una desaceleración gradual que mantenga a España creciendo a un ritmo superior al resto de Europa. La agencia aprecia ralentización en la aportación de la demanda externa y en sectores como el turismo, sobre todo por el aumento de la competencia en los países del Mediterráneo.
En el lado positivo, destaca la fortaleza del crédito con una economía grande y diversificada, un mejor perfil de crecimiento, alto nivel de ingresos y mejora de la competitividad, "como consecuencia de un ajuste significativo en los costes laborales". En su revisión anual de la economía, también hace hincapié en el desapalancamiento del sector privado.
Entrevista: Moody’s tampoco se cree la recaudación de impuestos de Pedro Sánchez
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