Si vives en Madrid, tienes menos de 35 años y no cobras más de 25.600 euros al año, sabrás que puedes desgravarte hasta 1.000 euros por el alquiler en la Declaración de la Renta. Pero quizás lo que no sepas es que antes de cobrar lo que te corresponde tienes que rascarte un poco el bolsillo. Bienvenido al vía crucis del ITP. Y, créeme, esto te interesa, porque si no sigues estos pasos puedes convertirte en uno de los 78.000 previstos afectados.
Empecemos por lo básico:
¿Qué es el ITP?
Es, entre comillas, el nuevo impuesto para deducirte el alquiler en la Comunidad de Madrid. Su nombre completo es Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas y Operaciones Societarias y digo que es nuevo entre comillas porque existe desde 1993 pero hasta este año nadie sabía de su existencia a la hora de deducirse el alquiler y, por tanto, no se pagaba.
Aunque mucha gente cree que hasta ahora no era obligatorio, eso no es así, pero a Hacienda no le compensaba gastar esfuerzos en perseguir a quienes no lo pagaban porque las cuotas de pago eran bajas. Pero ahora la recaudación es más suculenta y por ello a finales del año pasado ya in extremis Ángel Garrido, antiguo Presidente de la Comunidad de Madrid, aprobó un decreto legislativo en el que se exige abonar el ITP para poder desgravarse el alquiler.
Hasta aquí todo bien, pero la cuestión que sigue ya no resulta tan bien:
¿Qué tengo que hacer para pagarlo?
La documentación necesaria: debemos acudir con el original y la copia de nuestro contrato de alquiler, nuestro DNI y una fotocopia del DNI.
Siguiente paso: dónde. En cualquier oficina liquidadora de la Comunidad de Madrid. En este enlace encontramos la lista completa de los lugares a los que podemos acudir en función del municipio. En Madrid capital sólo hay un lugar: la Dirección General de Tributos de la Comunidad de Madrid en C/ General Martínez Campos 30.
Y aunque inicialmente había una opción de cita previa, ya no hay cita que valga. Las oficinas han hecho la gran excepción y atienden a todo el que llega pidiendo auxilio. El plazo para presentar la Declaración de la Renta termina el 1 de julio. Ése es el tiempo que tenemos también para pagar el ITP como buenos contribuyentes.
Una vez nos encontramos en el lugar indicado, con la documentación requerida y la hora recomendada (las 9 de la mañana, que es cuando abren las oficinas), comienza el largo viaje.
El vía crucis
- Hacer cola para entrar a la oficina
Nada más llegar al lugar, nos encontraremos con una cola digna de competir con la de doña Manolita. Por suerte, es una cola ágil y en unos 5 minutos conseguimos entrar a la oficina como tal.
- Pedir el formulario 600
El formulario 600 es el anillo de Frodo. Es el pilar fundamental sobre el que gira toda la historia. Y hay que hacer otra cola para conseguirlo. También bastante ágil. En este caso, ya toca apoquinar: 1,80 € el formulario más boli Bic si no llevamos ninguno a mano.
- Pedir cita para entender cómo rellenar algunos campos del formulario
Tenemos el formulario. Fantástico. Estamos un paso más cerca del final. Pero nos encontramos con un importante obstáculo: no entendemos cómo podemos obtener la información que se nos requiere en algunos campos. Véase el valor total declarado del piso y el total a ingresar.
Así que tenemos que hacer nuevamente otra cola para pedir un ticket con el que nos atenderán en uno de los varios puestos de información destinados a amenizar este martirio burocrático.
- Acudir al puesto en cuestión donde te salvan la vida
Si hemos rellenado los dos campos básicos, que son nuestros datos y los de nuestro arrendador, el único campo complicado es el de la autoliquidación. Que sólo con enseñar el contrato original y nuestro DNI un amable funcionario nos dirá qué es lo que tenemos que poner en ese campo, que es el más importante, porque es el que nos dice cuánto tenemos que pagarle a Hacienda a cambio de deducirnos el alquiler.
- Pagar la cuantía resultante
Otra cola. Dentro de la propia oficina, hay una sucursal bancaria en la que podemos realizar directamente el pago. Importante: no se admite tarjeta. Hay que pagar en efectivo.
- Entregar el sobre con toda la documentación
Llegados a este punto, puedes darte una palmadita en el hombro y sentirte orgulloso, porque cuando acabe esto serás libre. Y además serás libre de forma definitiva, porque el año que viene ya no habrá que pagar este impuesto.
Este paso es sencillo: hay que pedir de nuevo turno para entregar el sobre con el formulario 600 que indica que el ITP ya está pagado, la fotocopia del contrato de alquiler y la fotocopia de DNI.
Y no te asustes, porque es muy posible que antes de ti haya otras 100 personas que esperan su turno, así que coge un buen libro, distráete con el móvil o hazte amigo de alguien con quien quejarte de los impuestos: “¿Por qué tenemos que pasar por este aro los jóvenes que cobramos menos de 25.600 euros al año?”.
Cuando llegue tu turno, acude a tu puesto y entrega la documentación. Espera a que el funcionario haga sus funciones pertinentes hasta que te dedique un maravilloso “que pase un buen día”.
FIN
Ya eres libre y puedes lucir con orgullo la copia de tu carta de pago. Porque has superado el vía crucis del ITP. Y sólo te ha llevado unas tres horas.