Cuando todo parece que tiene que estar en las redes, ¿a quién no le interesa vender a través de las granes plataformas? Hay empresas que se muestran contrarias. El problema es que no está claro que puedan impedir estos canales de distribución.
Bueno no estaba claro, porque el Tribunal de Justicia de la Unión Europea acaba de decidir que en ciertos casos una empresa puede impedir a sus distribuidores vender por ejemplo, a través de Amazon.
Una empresa de cosmética quiere que sus productos mantengan una imagen de lujo y para ello diseña un modelo de distribución selectiva. Esto significa que su escaparate, aunque sea electrónico, ha de reunir una serie de requisitos muy precisos.
Para que se respete esto incluye una cláusula en su contrato y el Tribunal ha tenido que estudiar si constituye una restricción de las ventas pasivas a los usuarios finales y por tanto es contraria al derecho de la Unión Europea.
El Tribunal decide que perfectamente se puede admitir una distribución selectiva, preservando la imagen de prestigio, distinguiendo el producto de otros, y evitando algunos canales.
Ya ve, el lujo no está solo en las características materiales del producto, sino también en el aura. Y esas sensaciones a la hora de adquirir el producto, también se pueden proteger legalmente.