Siempre ha sido competitivo y siempre ha querido ganar. Y después de convertir su grupo, LVMH (dueño de marcas como Louis Vuitton o Fendi) en el mayor conglomerado del lujo en todo el mundo, el francés Bernard Arnault está cada vez más cerca de conseguir el primer puesto como el hombre más rico del mundo.
El dueño de la matriz de Louis Vuitton tiene la friolera de 108.000 millones de dólares en sus bolsillos, lo equivalente al 3% del PIB de Francia, y acaba de desbancar a Bill Gates como el segundo hombre más rico del mundo. Ha sido uno de los billonarios que más ha aumentado su fortuna estos últimos meses porque ha pasado de contar con un patrimonio de 73.200 millones de dólares a finales de 2018 a entrar en el selecto grupo de ricos con más de 100.000 millones a finales del mes de junio. Tan selecto como que solo tres personas en todo el mundo tienen esos niveles de dinero.
Este año su fortuna ha sido la que más ha crecido entre las 500 personas más ricas del mundo según el índice de billonarios de Bloomberg. En total su bolsillo ha engordado en 39.100 millones de dólares solo en lo que llevamos de año. Y fíjense si es impresionante, que solo lo que ha crecido su patrimonio en estos casi siete mes de 2019 es lo equivalente a toda la fortuna de François Pinault, su rival directo, el dueño del conglomerado de lujo Kering.
¿Pero qué ha pasado para que la fortuna de Arnault se haya convertido en uno de los pesos pesados del mundo en tan poco tiempo? Tom Metcalf, reportero en Bloomberg, explicaba que el principal motivo es el "increíble apetito de los consumidores por el lujo" aunque la compañía como tal también "está que arde" después de haber incorporado nuevas marcas que se han vendido muy bien.
El grupo de Louis Vuitton ha brillado como un diamante en bolsa este año. Desde el 1 de enero hasta ahora sus acciones han tenido una subida acumulada de en torno al 50%, casi el doble que su rival Kering y también muy por encima de la revalorización de en torno al 30% de otros competidores como Burberry, Hermes o Moncler.
No solo ha subido mucho, sino que este año LVMH también ha estado más arriba que nunca. El último máximo histórico lo alcanzó este miércoles cuando tras conocerse que su dueño se había convertido en el segundo hombre más rico del mundo marcó por primera vez en su historia los 389 euros intradía.
Y el momento de publicar sus resultados del primer trimestre también fue carne de cañón para máximos históricos. A los inversores les gustó casi tanto como las prendas de Louis Vuitton que la compañía aumentara en un 16% sus ingresos después que de los resultados de 2018 también fueran de récord y sus beneficios crecieran un 21%.
Porque la industria del lujo hace honor a su nombre y podríamos decir que también “está de lujo”. Y es que según la consultora EY, al año el sector está creciendo a un 4% y está generando unos retornos de un 8,6% por encima de la media del mercado.