Según el INE, esta subida de la inflación se encuentra por encima de todas las expectativas y ha sido motivada, principalmente, por el precio de la electricidad. No obstante, también ha influido notablemente el aumento de los precios de los productos de alimentación, que el año pasado experimentaron un descenso.
Ante este panorama, los españoles pueden ver perjudicado el valor real de sus bienes y perder poder adquisitivo. Es decir, aquellas personas que tienen el mismo sueldo que hace unos meses, hoy pueden comprar menos cosas o cosas de menor valor con este mismo dinero.
Eso sí, también es importante señalar que no sólo la inflación ha subido en los últimos meses, también lo ha hecho el PIB, aunque en menor medida. La economía española alcanzó un crecimiento trimestral del 2% entre los meses de julio y septiembre. Además, los datos de empleo no dejan de mejorar.
En cualquier caso, según los datos del INE, el crecimiento económico sigue estando por debajo de las previsiones. Esto se debe, principalmente, a las nuevas variantes del Covid-19 y a las nuevas restricciones. Si bien es cierto que el empleo se está recuperando en España tras la gran crisis del 2020, las ventas de las empresas españolas no avanzan tan rápido y existen sectores aún muy castigados como, por ejemplo, la hostelería y el turismo.
Las personas y empresas dedicadas a estos sectores aún siguen sufriendo estragos económicos por los efectos de la pandemia. Además, con la subida de la inflación y el encarecimiento de los productos básicos, la situación económica se ha tensado aún más para estas familias en situación de vulnerabilidad.
A los datos actuales debemos sumar las previsiones para los próximos años. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado recientemente las previsiones de crecimiento que tenía para España durante los años 2021, 2022 y 2023.
Del mismo modo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea han recortado contundentemente sus pronósticos para España. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística ha rebajado sus previsiones al constatar que los datos de la recuperación económica de este 2021 han estado muy por debajo de sus estimaciones.
Esta lenta recuperación económica, sumada a la creciente inflación, ha creado un contexto en el que los productos financieros tienen un papel muy importante. Estos productos pueden ayudar a las personas, familias y empresas a que sus ahorros no se devalúen o a conseguir la liquidez necesaria en determinados momentos.
Por este motivo, los productos financieros que tienen más demanda en la actualidad son los de inversión y los préstamos. Con estas soluciones, las entidades bancarias ofrecen a sus clientes la posibilidad de rentabilizar sus ahorros pero también de superar los baches económicos.
De hecho, no podemos negar que pedir préstamos online está de moda. Este tipo de préstamos son soluciones económicas, generalmente, de pequeñas cantidades de dinero. Destacan especialmente porque sus intereses son bajos. Esta reducción en las comisiones se consigue gracias a que los costes en la gestión son más reducidos que en el caso de los préstamos convencionales.
Otra de las ventajas de los préstamos online es la rápida disposición del dinero. Los interesados en solicitar uno de estos productos sólo deben encontrar el más acorde a sus necesidades, establecer la cantidad y el plazo y hacer la solicitud. En la mayoría de casos, estos préstamos son aprobados y concedidos en las siguientes 24 horas. Esto los convierte en un producto perfecto para las personas con necesidades puntuales o emergencias económicas.
Sin embargo, uno de los principales problemas que encuentran algunas personas a la hora de solicitar un préstamo es el de figurar en una lista de morosos como ASNEF o RAI. Las entidades financieras tradicionales consideran que prestar dinero a personas que estén incluidas en una de estas listas conlleva un gran riesgo.
Aquellas personas que, por no haber pagado ciertas facturas, estén inscritos en estas listas de morosos pueden solicitar préstamos con Asnef a través de entidades financieras alternativas como Wannacash. Con estos préstamos, es posible acceder a préstamos y créditos con las mismas condiciones.
Eso sí, hay que tener en cuenta que las particularidades de cada producto varían según el prestamista. Generalmente, los principales requisitos son: ser mayor de edad, tener una cuenta bancaria y residir en España.
Además, las entidades también suelen valorar cuáles son los ingresos periódicos de la persona o núcleo familiar. Entre estos ingresos también se tienen en cuenta las prestaciones por desempleo u otras ayudas, por lo que son préstamos bastante interesantes para personas que hayan visto sus ingresos disminuidos por la pérdida de empleo repentina, por ejemplo.