Los indicadores en Asia con tono dispar. Cae Japón tras un buen dato de pedidos de maquinaria, y suben ligeramente los indicadores en China. Ambos países a la espera de llegar a nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos.
En el apartado macroeconómico esta madrugada hemos conocido en Japón el dato de pedidos de maquinaria de diciembre. Crecieron un 6,7% y marcan su mayor avance en seis meses. Desde el gobierno nipón esperan que este dato permita un aumento del gasto de capital de las empresas, y sirva a su vez para combatir la deflación. Al respecto se ha pronunciado en una entrevista a medios locales Nakaso, uno de los miembros del Banco de Japón. Considera que el objetivo del 2% es muy complicado, que lo importante es que la inflación se mantenga en positivo pero que fijar una meta del 2%, aunque está previsto en 2019, es algo precipitado.
También se ha referido a los asuntos que tratará mañana Shinzo Abe en su reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Nada novedoso; macroeconomía, seguridad e intercambio comercial.
Por cierto que Donald Trump ha enviado una misiva al presidente chino, Xi Jinping, deseándole un feliz año del gallo de fuego, y agradeciendo su acercamiento desde que está en la casa blanca.
En clave empresarial varios asuntos. Sube Tsingtao, la cervecera china, un 4%, y lo hace al calor de los rumores que aseguran que Carlsberg podría tomar una participación del 20% a cambio de 1.200 millones de dólares. Le compraría esa participación a otra cervecera, la japonesa Asahi.
También protagonista Toshiba. Varias agencias aseguran que ha recibido una oferta de 3.600 millones de dólares por el 19.9% de la participación de su división de memorias flash. La compañía ha preferido no hacer comentarios, pero lo cierto es desde hace semanas se especula con la posibilidad de que se venda parte de esa división para hacer frente a la multa que deberá pagar en Estados Unidos. Multa que recaerá sobre su filial de energía nuclear por manipulación contable.