La profesora de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, Irene Martín Cortés, explica en Capital Radio por qué ha perdido las elecciones Alexis Tsipras y qué podemos esperar de Nueva Democracia.
La oposición conservadora de Grecia, el partido Nueva Democracia, regresa al poder con una contundente victoria en las elecciones anticipadas del domingo y el primer ministro electo, Kyriakos Mitsotakis, ya ha prometido más inversiones y menos impuestos. Nueva Democracia ha obtenido el 39,6% de los votos, frente al 31,6% de Syriza de Alexis Tsipras.
Según los analistas, la victoria se debe a la fatiga provocada por años de ajustes obligados por la Unión Europea, junto a un alto desempleo, después de que el país estuvo a punto de salir de la zona euro en 2015, en el peor momento de su crisis financiera.
La profesora de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid, Irene Martín Cortés, explica que aunque los resultados macroeconómicos del gobierno saliente ya eran buenos no lo eran lo suficiente "como para que la gente creyera que cuatro años más de Syriza iban a cambiar las cosas".
"Estoy comprometido con impuestos más bajos, muchas inversiones para trabajos buenos y nuevos, y un crecimiento que nos traerá mejores salarios y pensiones más elevadas en un estado eficiente", afirma Mitsotakis.
Alexis Tsipras asegura que respeta la voluntad de sus compatriotas. "Hoy aceptamos con la cabeza alta el veredicto popular. Para llevar a Grecia hasta donde está hoy tuvimos que adoptar decisiones difíciles (con) un gran costo político". Tsipras, reconoce la derrota y asegura que se va con la cabeza alta porque hace cuatro años cogió un país al borde de la quiebra. Afirma que lo deja libre, en crecimiento y con el interés de la deuda al mínimo histórico.
Mitsotakis quiere convertir Grecia, con una política de bajos impuestos, en un paraíso para el empresariado. Promete que el Gobierno se regirá por los principios de la transparencia y la meritocracia. También se ha comprometido en reducir el gasto público a través de una mayor cooperación del Estado con el sector privado y la reducción del número de funcionarios. Defiende la flexibilización del trabajo y, en lugar de los convenios colectivos o sectoriales, defiende que las empresas firmen directamente con sus trabajadores. Respecto a la educación quiere que se ajuste a las necesidades del mercado laboral, y espera la creación de universidades privadas, que prohíbe la Constitución.
"Todo dependerá de si Nueva Democracia consigue dar un paso adelante en el desarrollo económico y atraer inversiones a Grecia. Pero eso implicará reformas en la administración pública y en la enorme burocracia con años de costumbres adquiridas", alerta Irene Martín.
El líder de Syriza sustituyó a los conservadores en 2015, cuando Grecia estaba en el pico de una crisis financiera que afectó al país desde 2010. Si bien se resistió inicialmente a seguir profundizando en las medidas de austeridad, se vio obligado a aceptar otro rescate meses después de su elección, una decisión que no recibieron con agrado sus votantes.
Mitsotakis, de 51 años, asumió el timón de Nueva Democracia en 2016 y asumirá el cargo de primer ministro hoy mismo lunes.
Tercero ha sido el partido de centro Kinal, sucesor del histórico Pasok, que rozó el 8%. Entran dos partidos nuevos Solución Griega y el de Yannis Varoufakis, el exministro de Finanzas con Tsipras. Amanecer Dorado, un partido de ultraderecha acusado de tendencias neonazis no ha alcanzado el umbral del 3% necesario para entrar en el Parlamento.