A partir del 1 de octubre, las mascarillas KN-95 dejarán de estar disponibles. Estas mascarillas, que provienen en su mayoría de China, no cuentan con el certificado de conformidad europea (CE) y no podrán venderse.
El Ministerio de Industria permitió, mediante una resolución en el BOE el pasado 23 de abril, su comercialización debido a la escasez de mascarillas existente en el comienzo de la pandemia.
Sin embargo, esa medida tan solo tiene vigencia hasta el 30 de septiembre, fecha a partir de la cual será necesario el citado certificado que hasta ese momento se omitía.
La decisión no solo afectaba a las mascarillas, sino también a todos los tipos de equipos de protección individual (EPI) como guantes de protección frente a microorganismos, ropa de protección frente a agentes biológicos o equipos de protección ocular y facial.
Las mascarillas filtrantes se seguirán dividiendo en tres niveles como hasta ahora: FP1, FP2 y FP3. Pero, a partir del mes de octubre, tan solo podrán comercializarse aquellas que cuenten con el certificado CE, independientemente del tipo al que pertenezcan.
La utilidad de la mascarilla KN-95
La KN-95 es una mascarilla equivalente a la FP2. La misma, previene tanto la salida como la entrada de partículas. Es por ello, que el Gobierno tan solo la recomienda para el personal sanitario y para aquellas personas que tengan síntomas compatibles con la COVID-19 o hayan estado en contacto directo con algún contagiado.
Las personas que no presenten sintomatología relacionada con el virus, es decir, las personas sanas, deben utilizar las mascarillas higiénicas. Estas evitan que las gotículas que se expulsan al toser o estornudar puedan salir al exterior.
Hay dos tipos de mascarillas higiénicas: reutilizables y no reutilizables. Las no reutilizables ostentan un porcentaje de eficacia de filtración bacteriana (EFB) igual o superior al 95% mientras que la de las reutilizables es igual o superior al 90%.