La Ley Celáa sigue sucumbiendo a la polémica. Tras la marcha de su predecesora, quién le otorgó su nombre una vez aprobada, ahora debe hacer frente a otra ardua tarea: desarrollar los reales decretos de enseñanzas mínimas, que establecen los contenidos qué aprenderán los más pequeños en cada asignatura. Pilar Alegría, la nueva ministra de Educación, apuesta por una “educación en valores”.
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De esta forma, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha remitido un borrador del real decreto de ordenación y enseñanzas mínimas en la etapa de primaria a las comunidades para su puesta en marcha a partir del curso 2022-2023.
Ya se pueden desprenden algunos cambios: vuelve la asignatura Conocimiento del Medio, se impartirá Educación Artística y Ética pasará a llamarse Educación en Valores Cívicos y Éticos; que ya no será una alternativa a la Religión.
El documento fue enviado la semana pasada a todas las comunidades autónomas y será sometido a debate para extraer entre las enmiendas el texto definitivo. Uno de los puntos más calientes, es la asignatura de Matemáticas. Centro de todas las críticas, el Gobierno quiere dotar a una de a enseñanzas tradicionales de una perspectiva de género.
Matemáticas con perspectiva de género, ¿suma o resta?
A los saberes básicos, se incluirán destrezas esenciales para entender las emociones. Así, sumas y fracciones compartirán su lugar en la clase con el desarrollo personal y la erradicación de los estereotipos,
"Manejar correctamente estas habilidades mejora el rendimiento del alumnado en matemáticas, combate actitudes negativas hacia ellas, contribuye a erradicar ideas preconcebidas relacionadas con el género o el mito del talento innato indispensable y promueve un aprendizaje activo", argumentan desde el Ministerio.
Esta medida persigue, entre otras cosas, despertar el interés de las mujeres en titulaciones relacionadas con la disciplina y en las que existe un claro desequilibrio entre hombres y mujeres. Para ello, el ministerio dará “a conocer al alumnado las contribuciones de las mujeres a las matemáticas a lo largo de la historia”.
Este enfoque no solo se reserva a la asignatura de Matemáticas sino que se hará extensible a otras ramas de la docencia como la Enseñanza Artística, donde se promoverán las "manifestaciones elementales vinculadas a la expresión corporal y a las artes escénicas de diferentes lugares, épocas y estilos, incluidas las contemporáneas, desde una perspectiva de género".
También la Educación Física deberá impartirse desde una perspectiva de género, " rechazando comportamientos antisociales o contrarios a la salud que pueden producirse en estos ámbitos".
La propuesta no convence, no obstante, a PP, Ciudadanos y Vox, que este lunes coincidieron en criticar la inclusión de la gestión emocional en las Matemáticas, atribuyéndole comentarios como "bobada" o "tomadura de pelo".