Algo que nos ha dejado el confinamiento es mucho tiempo libre, algo impensado hace meses atrás. Por eso, muchas personas han aprovechado para aprender algo nuevo y realizar cursos a través de internet. Y aunque el e-learning esté en auge, no toda la oferta es de calidad. En una nueva entrega de Cibercotizante, José Joaquín Flechoso nos trae algunos consejos para escoger una buena formación online.
Escucha la tertulia completa en el siguiente podcast.
En una nueva entrega de Cibercotizante, José Joaquín Flechoso habla sobre las diferencias entre la formación online de emergencia y la voluntaria
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Consejos para escoger una buena formación online
Para encontrar un curso online que se ajuste a las necesidades académicas y profesionales de la persona es fundamental estudiar los contenidos del curso. Además, hay que analizar la plantilla de profesores y conocer la experiencia que tienen en el campo de estudio.
Otro de los aspectos a tomar en consideración es el nivel tecnológico del centro que imparte los cursos. "Un curso online es mucho más que un señor hablando", comenta Flechoso.
En los últimos meses ha aumentado la demanda por los máster online. En este sentido, las empresas deberían plantearse la formación de sus empleados como una inversión en la parte de su negocio. Es decir, asumir los gastos de los cursos que tomen sus trabajadores u ofrecer cursos de la propia compañía. "El retorno de esa formación es económico y también el de la satisfacción del trabajador", señala Flechoso.
Formación virtual de emergencia vs voluntaria
Entre el 2000 y el 2020 el incremento del e-learning ha sido de un 900% y en la actualidad hay 128.000 alumnos que cursan la Formación Profesional en modalidad online. Sin embargo, hay que distinguir la formación online por elección de la obligada.
La crisis del coronavirus ha llevado a que el 87% de los estudiantes se queden sin asistir a las aulas y deban tomar clases de forma online. El problema es que ha sido una medida de emergencia y muchos profesores no cuentan con las herramientas para brindar una clase adaptada a las circunstancias.
Además, hay estudiantes que no cuentan con una conexión a internet o un ordenador en sus casas. "Los hijos de las clases trabajadoras son los más perjudicados, no todos tenían internet", explica Flechoso.
Por eso, considera que habría que plantear si se está gestionando de manera adecuada la docencia virtual. "Estamos perdiendo calidad académica", concluye.