El oro ha jugado un papel muy importante en la historia de la humanidad, pero ¿por qué es el metal más valioso? El oro, es un elemento de gran valor, es común a todas las civilizaciones, ya que ha definido el valor material de las cosas. ¿Pero, por qué fue el oro y no otro metal el que cogió gran valor y relevancia? La respuesta la dio un ingeniero químico norteamericano que se dedicó durante mucho tiempo a analizar los metales de la tabla periódica. Tras su estudio llegó a la conclusión de que el oro tenía un gran potencial por la conjugación de varios factores por una parte porque es un metal físico.
Esto marca una gran diferencia de otros elementos que están en estado líquido o gaseoso y que su estado haría imposible hacer transacciones económicas, por ejemplo el Helio o del nitrógeno. Estos metales son muy preciados pero hace años era imposible comercializar con ellos. Otros metales como el arsénico, el plomo o el polonio, son valiosos pero perjudiciales para la salud, por lo que tampoco tenían utilidad para hacer transacciones financiaras.
Entonces, eliminando de la lista los metales líquidos, los gases, los que son perjudiciales para la salud y los que son demasiado blandos, todavía quedaban varias opciones, ¿por qué entonces el oro y no el cobre o el zinc? La respuesta es la ubicación. El oro es uno de los metales más difíciles de encontrar y claro, cuanto más difícil de obtener más valor obtiene.
Entre todos los metales el oro y la plata son de los más llamativos, por su brillo, su capacidad de moldear y porque son muy llamativos. Por ello, empezaron a utilizarse como muestra de valía, y su valor fue aumentado exponencialmente.
Algo tan antiguo con el oro sigue siendo hoy el símbolo de mayor relevancia. El oro está presente en los grandes campeonatos deportivos, los mejores se llevan el oro, también se utiliza como expresión para denominar lo más grande, por ejemplo: “vale su peso en oro” y además es una fuente de inversión.
Pero el oro no solo está presente en la tierra. La luna también posee oro, pero en cantidades radicalmente menores. Esto se debe a que los meteoritos que golpearon la luna dejaron relativamente menos material que aquellos que golpearon la tierra.