El mercado de divisas lleva en calma prácticamente cuatro años. Las políticas restrictivas de los bancos centrales han ralentizado aún más la actividad. El indicador de volatilidad monetaria implícita del Deutsche Bank está en su nivel más bajo en dos años y roza los guarismos prepandémicos. Y en la Edad de Hielo de las divisas, Donald Trump podría ser el fuego que el dólar necesita.
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¿Cómo funciona el mercado de divisas?
Las divisas caminan de la mano de los bancos centrales, que están más quietos de lo previsto a estas alturas del año. El valor de una moneda está determinado por el sistema de tipo de cambio de cada regulador. El dólar o el euro se rigen bajo un sistema de tipo de cambio flexible. Es decir, están regulados por la ley de oferta y demanda.
El primer regulador importante en rebajar sus condiciones ha sido el Banco Nacional Suizo. El mercado espera que la Fed, el BCE y el Banco de Inglaterra comiencen a partir de junio, aunque cada vez hay más voces que abogan por que en la próxima reunión, la Reserva Federal se mantenga entre los 525-550 puntos básicos.