Christine Lagarde mantiene al Banco Central Europeo (BCE) en su senda de la dependencia de los datos y sube los tipos de interés en 25 puntos básicos porque así lo demandan los números para una región que no mueve su hoja de ruta ni por las quiebras bancarias regionales en Estados Unidos.
Desde julio del año pasado, ya ha aumentado 3,5 puntos el precio oficial del dinero, del 0% al 3,5% con este incremento adicional que provoca una subida hasta la zona del 3,75% para moderar las subidas de los precios que ahogan al consumidor europeo.
Escucha el Especial Banco Central Europeo completo en este podcast con Javier Luengo:
Javier Luengo analiza en esta programación especial la subida de 25 puntos básicos del BCE de la mano de Javier Huidobro, socio de Diagonal Asset Management; Diego Morín, analista de IG España y Víctor Mitjans, analista de Planeta Bolsa
De momento, parece que la calle le da la razón a Lagarde porque si lo que pretendía el Banco Central Europeo con la subida de los tipos de interés era frenar la demanda de créditos e hipotecas por parte empresas y hogares en la zona euro (como paso intermedio para reducir la demanda y la inflación), se ve que lo está logrando.
Los bancos están endureciendo sus condiciones para otorgar créditos, al mismo tiempo que la demanda de financiación de las empresas y familias cae en picado, hasta niveles propios de la crisis financiera mundial de 2008 y de la crisis del euro de 2011. Datos del propio BCE que contrastan con los de Fotocasa que dejan un titular: tres de cada diez compradores de una vivienda paralizan el proceso por la inflación.
En cualquier caso, el BCE vuelve a dejar claro que cuenta con "todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez" al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria.
Presión de precios
De momento, los precios no ayudan a relajar el endurecimiento de la política monetaria. En los 20 países que emplean el euro, la inflación ha subido un 7% en abril en comparación con el año anterior, tras un 6,9% en marzo.
El incremento sobre los precios de la comida mejora un poco, a un 13,6% interanual en comparación con el 15,5% de marzo, mientras que los precios de la energía se incrementan a un ritmo menor del 2,5%.
La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de alimentos y combustible, se reduce ligeramente pero se mantenía alta, a un 5,6%,