Lo bueno de los bonos convertibles es que son "muy sensibles al precio de la acción, por lo que a medida que sube el precio de la acción sube el precio del bono", explica Gabriel López, desde Inverdif EAFI. Entonces son muy sensibles a la revalorización del precio de las acciones, pero son poco sensibles cuando caen las acciones. Se trata de un producto de renta fija más bien conservador. "Ahora mismo es un gran producto para entrar porque la deuda estatal da poco interés y la deuda corporativa sí que lo da", asegura Gabriel López.
Sin embargo, en España hay miedo a este producto debido a los bonos convertibles del Banco Popular. "Lo único malo de este bono en particular es que se convertía obligatoriamente en acciones", recuerda Gabriel. Pero por lo general los bonos convertibles no tienen por qué convertirse en acciones de forma obligatoria, sino que se pueden mantener como bonos corporativos.