El Fondo de Pensiones Global del Estado noruego presenta resultados semestrales y anuncia que ha obtenido un beneficio neto de 95.000 millones de euros en los primeros seis meses del año. Gana esta cantidad desarrollando un rendimiento medio del 9,4% en sus inversiones. Pero, ¿cómo se ha convertido en el mayor fondo soberano del mundo?
En primer lugar, el 72% de su cartera de inversiones está dedicada a partida en acciones, que experimentaron una subida del 13,7%. Las mayores beneficiadas fueron las energéticas, las tecnológicas, el sector sanitario y el financiero. La inversiones en el sector inmobiliario (2,4% de la cartera) también ganaron de media un 4,6%.
En concreto, las inversiones en empresas de energía rindieron un 19,5% al fondo noruego, mientras que las posiciones en empresas de tecnología registraron una rentabilidad del 16,8%
Además, durante este período, el fondo, inversor en el extranjero gracias a los ingresos procedentes del petróleo y gas noruegos, realizó su primera adquisición en infraestructura de energías no renovables y sin cotización en bolsa.
Retos que ha afrontado
La inversión en renta fija contrarrestó en parte esta evolución. Esta supone el 25% del total de su cartera de inversiones y registró una caída del 2% debido a las subidas de los tipos de interés, resultantes de la reapertura de la economía y las políticas monetarias y fiscales más expansivas.
Es importante tener en cuenta también la apreciación de la corona noruega respecto a las principales divisas, que provocó una caída del valor del gigante nórdico de 7.580 millones de euros. Además, el gobierno noruego, que gestiona el fondo a través del banco público Norges Bank Investment Management, retiró 14.104 millones de euros a lo largo del semestre.
No obstante, su rentabilidad continuó creciendo, amparada en gran medida en las inversiones de renta variable y con la atención puesta en el sector energético y tecnológico.