La compañía propietaria de la antigua central nuclear de Fukushima, Tokio Electric Power ha pedido ayuda al Gobierno nipón. El presidente de la empresa, Naomi Hirose, ha solicitado medidas estructurales para poder reponerse ante su situación financiera. El motivo es que, "está en riesgo de insolvencia", según la agencia de noticias Jiji News. Hirose reconoce que le va a costar afrontar su situación financiera debido al coste que le ha generado el desmantelamiento de Fukushima.
Un informe del Gobierno había acordado que era necesaria una reforma en la gestión de la compañía japonesa. Los títulos de Tokio Electric Power caían un 3% en la bolsa de Tokio.
El accidente de la central en 2014 y sus consecuencias costarán 107 millones de dólares, según un estudio de la Universidad de Ritsumeikan.