Las acciones de Banco Sabadell ya cayeron con fuerza en bolsa el viernes 1 de febrero, coincidiendo con la presentación de resultados. Unas cuentas que no convencieron al mercado, entre otras cosas, ante los costes extraordinarios del banco en Reino Unido (con su filial TSB). La pérdida del euro por acción ha hecho que aumenten las preocupaciones de algunos analistas sobre la futura evolución de la compañía en bolsa ya que se trata de un nivel psicológico redondo.
Su presidente, Josep Oliu, bromeaba ante estas caídas: "Cuanto más cae, mejor inversión". Algo que probablemente no se tomen con tanto humor los accionistas de la compañía.
Más allá de las cuentas de 2018, Sabadell advierte de otros factores que amenazan a toda la banca y explica con ellos gran parte de las caídas de sus acciones. Entre esos factores, el proteccionismo impulsado por Donald Trump, la incertidumbre regulatoria y el Brexit. Respecto al Brexit, sin embargo, Sabadell se muestra confiado: cree que el escenario central es que habrá una salida de Reino Unido de la Unión Europea con acuerdo. En caso de una salida sin acuerdo, el banco cuenta con un plan de contingencia.
¿Pero son realmente estos factores y sus resultados los que explican las fuertes caídas de Sabadell o hay algún otro motivo detrás de todo esto?
Para Pablo García, desde Alphavalue, la banca no tiene catalizadores para comprar, aunque está barata. Los principales problemas de Sabadell son los que vive el sector en general (una fuerte reestructuración de sus negocios), a los que se añaden las incertidumbres del Brexit y Cataluña.