Repsol marca records, alcanza un beneficio neto de 2.314 millones de euros en 2018, la cifra más alta de los últimos ocho años. El beneficio neto ajustado también se incrementa, un 10% hasta los 2.352 millones de euros.
La petrolera eleva su ebitda hasta los 7.513 millones de euros, lo que supone un lo que supone un incremento del 12% respecto a los 6.723 millones del ejercicio anterior.
El negocio de Upstream (destinado a la explotación y producción) cierra el ejercicio 2018, duplicando el resultado de 2017, con 1.325 millones de euros, aupado por las medidas de eficiencia implantadas, los mayores volúmenes y la mejora relativa de los precios internacionales.
La producción de hidrocarburos (gas y petróleo) aumenta un 3%, hasta los 715.000 barriles equivalentes de petróleo al día, apoyada por los nuevos volúmenes obtenidos tras la puesta en marcha de proyectos en Argelia, Trinidad y Tobago, Reino Unido, Malasia y Perú.
El resultado de Downstream (negocio de lubricantes, electricidad, refino y gas) se sitúa en los 1.583 millones de euros. El margen del refino estuvo en línea con el del ejercicio anterior y figura entre los mejores del sector en Europa.
El buen comportamiento de los negocios, unido a la venta de la participación en Naturgy Energy Group, son los factores que han determinado la reducción de la deuda del grupo hasta los 3.439 millones de euros, un 45% menos que en 2017. Por su parte, la liquidez de la que disponía el grupo en diciembre ascendía a 8.742 millones de euros.
La compañía prevé incrementar el dividendo hasta situarlo en 1 euro por acción en 2020, y una recompra total de las acciones emitidas en el programa Repsol Dividendo Flexible.