"La Navidad es el paradigma de la ineficiencia porque nos sentimos con la obligación regalar algo", asegura Sánchez Reina, quien destaca que estos regalos, en general, no buscan hacer feliz a quien lo recibe, sino dejar una señal de la estima hacia esa persona.
Además, existe una gran diferencia entre el precio real del regalo y el valor que le asigna quien lo recibe. Si una persona recibe un regalo que no le gusta, le otorga un precio mucho menor al real. "En EEUU esa diferencia es del 20%: se malgastan 30.000 millones de dólares en regalos que la gente no quiere", señala el autor de 'El mentor'.