Son las dos mayores empleadoras de Estados Unidos. En esencia, se dedican a lo mismo: el comercio minorista aunque si rascamos un poco la superficie, descubrimos que son muchos los factores que las diferencias. ¿De qué les estamos hablando? De Walmart y Amazon, dos de las compañías protagonistas de muchos titulares estos días ¿la causa?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
Según el último informe Global Powert of Retailing 2021 Amazon es la segunda mayor empresa de distribución a nivel mundial. La primera es Walmart.
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En esto de la digitalización nunca se sabe. Y es que no por ser el más avanzado, utilizar la inteligencia artificial, los algoritmos y los 101 cachivaches del Inspector Gagdet, el servicio al cliente va a ser el mejor. Bien es verdad que las tecnologías, sin duda, nos han hecho la vida mas sencilla, pero quizás demasiado. O al menos eso es lo que piensan en Estados Unidos.
Ustedes pensarán extrañados: ¿cómo va a ser que en la cuna tecnológica del mundo, en Sillicon Valley se hayan cansado ya de las pantallas (si es de lo que viven)? Pues porque como dice el refranero popular, lo poco gusta y lo mucho cansa.
Pero hoy no nos vamos a parar a hablar de los gurús de la tecnología, al menos no de manera personal, sino que miramos al campo. Porque si ancha era Castilla, cómo no será el campo estadounidense. Allí, donde el internet llega a duras penas, ¿quién está? El supermercado.
Mercadillo en las aceras
Y en Estados Unidos, sin Mercadonas que valgan, el rey es Walmart. La cara de la moneda. Esta compañía, según The Wall Street Journal, estaría retirando de sus instalaciones los robots. Hasta ahora si ustedes iban a uno de los 1.500 supermercados de los de Walmart tenían la opción de comprar por internet y acercarse a la tienda únicamente a recoger el pedido. ¿Y quién era quien le daba su compra? Un robot.
Una estructura metálica, ni más ni menos, que de 17 metros de alto que ahora, están siendo retiradas, pero que hace apenas un año desde Walmart anunciaban como el “futuro”.
Y es que con la pandemia y la llegada del coronavirus se hizo más complicado ir a centros comerciales, entrar a comprar en una tienda manteniendo la distancia de seguridad y, en definitiva, tener la vida de antes.
Los negocios tuvieron que adaptarse rápidamente, en cuestión de días, a las nuevas normas sanitarias y a un futuro que no era el que teníamos escrito sobre el papel. Desde Walmart decidieron que una solución para que los clientes siguieran confiando en ellos era llevarles la compra a la calle, lo que suponía, en definitiva, que el cliente no tuviera en ningún momento que acercarse a sus establecimientos nada más que para meter la compra en el maletero del coche.
Una mecánica que puede parecer muy simple, pero que ha enamorado a los clientes de este gigante del comercio minorista estadounidense. ¿Qué ha hecho Walmart entonces? Poner un mercadillo a las puertas de sus establecimientos. Porque la idea, según declaraciones del CEO de Walmart a la CNBC, Doug Mcmillon la estrategia de la compañía pasa por volver a las comunidades.
¿La consecuencia? Las torres robotizadas ya no son rentables, cuesta mucho mantenerlas a cambio de un uso que, en estos momentos, es prácticamente nulo.
Amazon apuesta por lo digital
Una cara de la moneda algo analógica que se bate en duelo con la cruz de la tecnología. ¿Y quién es el rival a batir de Walmart? Como les decía al principio, quien sino, Amazon.
El gigante en el comercio estadounidense más que apostar por una vuelta a la década pasada quiere ser el adalid del futuro. Para ello esta semana hemos conocido la puesta en marcha de dos nuevas iniciativas algo bizarras.
La idea: Amazon One
¿Y qué esto? Pues como nos decían en un anuncio los de Seattle: la forma más fácil de pasar el día ¿cómo? Pagando, entrando al trabajo, una discoteca o al polideportivo… con la palma de la mano.
Sobre este sistema de pago escuchamos hablar por primera vez a principios de 2020 y finalmente lo vimos hecho realidad en septiembre del año pasado. Se trata de un método de pago sin contacto donde un dispositivo escanea la palma de la mano para utilizar esos datos como autenticación biométrica.
A partir de ahí siempre que se quiera pagar se escanea la mano y Amazon la identificará y cobrará. Según la compañía, desde que lanzaron el servicio por primera vez hace poco más de un semestre, miles de usuarios se han inscrito para utilizarlo. Actualmente está disponible en un reducido número de tiendas Amazon Go. ¿Cuál es la novedad de la semana? Que la hoja de ruta pasa por expandir su uso a los supermercados estadounidenses Whole Foods (subdivisión de Amazon).
La idea con todos estos cambios es reducir al máximo la fricción entre el comprador y el producto. Cuanto más fácil es la compra y menos se nota que estás pagando, más compras.
"A la pelu" con Amazon
Pero esta no es la única novedad que Amazon ha anunciado esta semana. Sobre el parqué nos deja el proyecto: Amazon Salon. Peluquerías digitalizadas. Por el momento solo hay una en el mundo, está en Londres y la idea pasa por ir a cortarte el pelo, pero saber cómo vas a salir antes incluso de que pasen la tijera.
Sin embargo, tal y como relata la propia Amazon, no se trata de un programa piloto para abrir en el futuro nuevas peluquerías. Es simplemente un lugar experimental para probar nuevos productos y tecnologías.
Pero, ¿qué se puede hacer exactamente aquí? Pues además de contarse el pelo, Amazon nos dice que han incluido funcionalidades tecnológicas como el proyecto “apuntar y aprender” mediante el cual el cliente apunta con el dedo un producto concreto de la estantería y aparece en una pantalla cercana vídeos y más información sobre el producto en cuestión. Y, por supuesto, la posibilidad de comprarlo online desde Amazon y que llegue a casa. Porque el negocio, es el negocio.
Duelo de titanes
Como comenzábamos diciendo al principio de este camino, digital no siempre es sinónimo de líder. Según el último informe Global Powert of Retailing 2021, elaborado por Deloitte, Amazon, ahora mismo, es la segunda mayor empresa del sector de la distribución a nivel mundial. Un buen puesto si no fuera porque la primera es Walmart. Una compañía centrada en Estados Unidos, a diferencia de Amazon que está a lo largo y ancho del planeta, hasta en la esquina de su casa.
¿El truco? Que la expansión de Walmart queda de la mano de Asia (mercado en auge por excelencia). Y es que tal y como decía hace unos días en una conferencia en la India su competidor, el CEO de Amazon, Jeff Bezos mercados como el indio y el resto de sus vecinos asiáticos son el futuro.
En cifras, Amazon, en el pasado ejercicio, el de la pandemia, disparó sus ventas casi un 35%, convirtiéndose en el negocio que más creció (y con diferencia) hasta firmar una facturación que superó los 213.000 millones de dólares. En 2019 el crecimiento fue del 13%, por lo que el gigante del comercio electrónico no solo no afloja el pistón, sino que acelera.
Walmart, por su parte, incrementó su facturación bastante menos, un 6,7% hasta acercarse a los 560.000 millones de dólares. Una tendencia que deja latente que pese a ser líder, la cadena de supermercados tiene, cada vez más cerca a su competidora. Amazon ha incrementado sus ventas minoristas un 125% en los últimos cinco años, mientras que Walmart lo ha hecho un 15% en ese periodo. Y ha pasado de ser la quinta compañía por facturación en 2016 a la segunda, en menos de un lustro.
En la bolsa gana Bezos
En la bolsa, aquí sí, con diferencia Amazon es quien lleva la voz cantante. En la última semana la compañía de Jeff Bezos vuelve a posicionarse como la firma más cara de las FAANG (acrónimo con el que se conoce a las cinco grandes empresas tecnológicas cotizadas en el Nasdaq: Netflix, Apple, Amazon, Facebook y Alphabet), después de que en 2020 Netflix le arrebatara el puesto. De hecho, Amazon no cotizaba tan cara frente a la compañía de entretenimiento desde 2017.
Amazon cotiza sobre un PER (número de veces que el beneficio estimado está recogido en el precio de la acción) situado en las 69,7 veces, frente a las 55,4 veces de Netflix. El gigante del comercio electrónico cotiza así un 26% más cara que la compañía de entretenimiento.
Frente a Walmart, la diferencia es abismal: 3.000 dólares frente a 150 al cierre de ayer jueves. Veremos cómo avanza esta lucha por convertirse en el rey del comercio en los próximos años aunque como dijo en una de sus últimas escena en Juego de Tronos la reina Targaryen, uno puede vivir en el nuevo mundo o morir con el viejo, todo es cuestión de elegir. ¿Y ustedes? ¿Se digitalizan con Amazon o se quedan con la tradición de Walmart?