Los supermercados de grandes descuentos cada vez están más presentes en el mercado de la alimentación. Cadenas como Aldi o Lidl que han conquistado Europa, miran ahora hacia EEUU, donde el sector vive una época de inestabilidad. La alemana Aldi, anuncia una inversión de 3.400 millones de dólares para la creación de nuevas tiendas en el país norteamericano. Pretende llegar hasta 2500 establecimientos en 2022. El proyecto también incluye la remodelación de 1300 de las 1600 tiendas con las que la compañía ya opera en EEUU.
Con esta inversión, Aldi eleva el gasto de capital hasta 5.000 millones en lo que va de año y llega en un momento de intensa competencia y de reorganización de la industria. El anuncio de la operación llega poco antes de la apertura de las nueve primeras tiendas Lidl en el país este fin de semana. La compañía planea abrir hasta 100 tiendas para verano de 2018. Las tasas de crecimiento de un 15% anual que Aldi ostenta podrían disminuir por la entrada de Lidl, su principal competidor en Europa, en el mercado norteamericano. De esta manera los supermercados low cost entran definitivamente en EEUU y ponen en jaque al ya perjudicado sector de la alimentación del país, con 18 compañías en bancarrota desde 2014.
La entrada de Lidl podría recrudecer la guerra de precios que se da en el mercado estadounidense de las tiendas de alimentación desde hace más de un año. Las cadenas de supermercados como Walmart o Costco se ven obligadas a bajar los precios hasta en un 50% en algunos productos, debido a la alta competencia y al bajo precio de productos como el aceite y el grano. Como consecuencia, los precios bajaron un 1,3% anual el año pasado, según el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) del Departamento de Agricultura de EE.UU. Por todo ello, cada vez se reducen más los márgenes de beneficio de las compañías norteamericanas a favor de las europeas como Aldi que aumentan su cuota de mercado al vender productos de su propia marca hasta un 50% más baratos.
La guinda del pastel la traen compañías tecnológicas como Amazon. Sus ambiciones de expansión en este sector cada vez son más evidentes, muestra de ello son los diferentes experimentos que la compañía de comercio electrónico realiza para la creación de tiendas físicas de alimentación, o su servicio de reparto a domicilio de alimentos Amazon Fresh. Todo esto podría traducirse en una competencia aún más voraz en el sector de los supermercados en Estados Unidos en un futuro próximo.