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La entidad bancaria JPMorgan Chase asegura que unas 76 millones de cuentas corrientes y 7 millones de pequeñas empresas se vieron afectadas por el delito informático. Lo ha comunicado en un documento oficial a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, a quien especificó el tipo de datos vulnerados en el ataque.
Los hackers accedieron a nombres, direcciones, números de teléfono, direcciones de correo electrónico, datos hipotecarios y tarjetas de crédito. También obtuvieron información interna de la entidad. Aunque todavía no se ha podido comprobar si el robo de información ha afectado a los números de cuenta, números de identidad, claves de acceso, fechas de nacimiento o números de seguro social. Y, a pesar de que la investigación continúa, aún no hay constancia de que se haya producido un fraude relacionado con la información robada.
JPMorgan Chase es sólo una de las cinco entidades estadounidenses víctimas del hackeo, cuyos objetivos se desconocen. El FBI intenta determinar el origen del ciberataque y la motivación de los autores.