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ING ha anunciado que recortará 1.700 puestos de trabajo en Holanda hasta 2018, en el marco de un proceso de digitalización e implementación de la banca a distancia que estima en 200 millones de euros. La disminución de la plantilla será efectiva en los servicios centrales, de black office y de asistencia telefónica del grupo, según ha declarado el CEO de la entidad, Ralph Hamers. Además, se recortarán 1.075 puestos de proveedores externos.
El mayor banco del país asumirá en el último trimestre del ejercicio 320 millones de euros de provisiones, para cubrir los gastos de reestructuración. La entidad calcula que esta remodelación le aportará unos ahorros anuales de 270 millones de euros.