Amazon ha dado el golpe mortal al monopatín eléctrico. Aunque las aerolíneas y el Ayuntamiento de Nueva York han estado a su lado en lo que se ha convertido en la gran batalla contra el regalo estrella de Navidad, hasta hoy. Amazon lo ha sacado de sus tiendas online. La clave está en la batería. Se han encontrado algunos aparatos en los que explota poniendo en peligro la seguridad de quien lo lleva y de los que están cerca.
El hoverboard se había convertido en un medio de transporte ideal para las grandes ciudades. 20 km de autonomía, carga súper rápida y velocidad máxima de 12 kilómetros a la hora. Un cóctel que le había convertido, a pesar del precio (399 euros), en el regalo estrella, por encima de wearables y demás presentes tecnológicos. Pero eso era una historia de éxito hasta que Amazon le ha puesto el pie encima y ha decidido que no más movimientos de cuerpo.
Junto a Amazon, las grandes aerolíneas, que lo consideran un peligro enorme para los viajes. Unas ya lo han prohibido y pocas todavía consienten que puedan entrar en el avión. Y, para terminar el ataque, el Ayuntamiento de Nueva York, que ha prohibido su uso con multas de hasta 200 dólares.
La principal compañía del sector Swagway ha pedido que no se metan todos en el mismo saco y que se compruebe muy bien los proveedores que ofrecen las ventas. “Compren solo los monopatines en vendedores autorizados como precaución adicional”, indica la compañía en una nota. Hay multitud de fabricantes que los exportan desde China y que los venden a través de terceros en EE UU para aprovechar el tirón. Eso dificultad al consumidor saber si los componentes son fiables y en la mayoría de los casos no tienen garantía.
Ahora falta ver si los monopatines eléctricos consiguen recuperarse o pasan a la historia por haber muerto de éxito antes, ni siquiera, de consolidarse. En algunos foros apuestan porque este movimiento va a consolidarlo.