El banco Santander ha registrado una caída interanual del beneficio atribuido del 35% hasta septiembre principalmente por el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido, lo que supone un impacto del brexit sobre las cuentas de la empresa.
Según los resultados publicados por el banco, el Santander obtuvo un beneficio atribuido de 3.732 millones de euros durante los primeros nueve meses de 2019 tras dotar 2.448 millones, principalmente por el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido, anunciado el pasado 24 de septiembre (1.491 millones de euros). Además, ha habido una provisión adicional por los seguros de protección de pagos (PPI) en el Reino Unido (103 millones de euros) y otros cargos (40 millones de euros).
En este sentido, en el tercer trimestre del año, el beneficio atribuido ha sido de 501 millones de euros, lo que supone una caída del 75% respecto al año anterior. Además, representa una caída del 64% si se lo compara con el segundo trimestre de este año.
Excluidos estos cargos, el beneficio en los primeros nueve meses del año fue de 6.180 millones de euros, un 2% más que en el mismo periodo del 2018, impulsados por el crecimiento de clientes y de volúmenes de negocio.
En el tercer trimestre estanco, la entidad obtuvo su mayor beneficio ordinario trimestral desde el segundo trimestre de 2010, de 2.135 millones de euros (+7% interanual), y un retorno sobre el capital tangible (RoTE). Esta métrica clave de rentabilidad, del 12,2%, uno de los mayores entre sus comparables. Para los nueve primeros meses del año, el RoTE fue del 11,9%.
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Aumento de clientes
El banco aumentó en casi seis millones el número de clientes en los últimos doce meses y ya tiene 144 millones de clientes, más que cualquier otro banco de Europa y América.
El aumento de los clientes permitió un buen crecimiento de los volúmenes, con una subida interanual del crédito y de los recursos de clientes del 4% y del 6%, respectivamente, en euros.
El número de clientes digitales aumentó en 6,1 millones en los últimos doce meses, hasta 36,2 millones, gracias a que la inversión tecnológica continuó impulsando la adopción de servicios digitales.