Un interesante artículo del New York Times nos pone el ejemplo de Verizon. Verizon no vende sus móviles en Amazon. Tampoco ofrece su servicio de Internet de alta velocidad. Lo que hace Verizon en Amazon es anunciarse.
Y ésa es realmente una de las grandes sorpresas en el negocio publicitario del gigante del e-commerce: que ha aumentado el número de compañías que se publicitan en Amazon pero que no venden productos en Amazon. Estas compañías no quieren vender sus productos a través de la plataforma de e-commerce, lo que quieren es usarla como escaparate para arrastrar parte de los clientes de Amazon a sus propias páginas web.
¿Por qué Amazon? Porque es donde están los compradores, porque las personas que acuden a Amazon tienen la mentalidad de compra.
Así que Amazon, que ya domina el e-commerce, se adentra como todo un gigante en la publicidad online. Amazon obtiene la mayor parte de sus ingresos anuales de su negocio de e-commerce, en el que vende de todo: desde libros hasta muebles de jardín o incluso alimentos. También es líder en el negocio cloud con su servicio Amazon Web Services, que representa alrededor del 11% de sus ingresos, pero más de la mitad de su beneficio operativo.
Pero en los últimos resultados hubo una categoría que llamó la atención del mercado. Una categoría etiquetado como “otros” que había experimentado un crecimiento del 130% en sólo un año, hasta los 2.200 millones de dólares. En esta categoría entran los ingresos por la venta de banners y anuncios orientados por la búsqueda de palabras clave, lo que se conoce como anuncios patrocinados.
Amazon busca su tajada en el mercado publicitario online, un pastel de 88.000 millones de dólares que ahora mismo se reparten entre Google y Facebook, en su mayoría.
A su favor tiene una clara ventaja: gracias a su gran cantidad de datos y análisis sobre los hábitos de compra de sus consumidores, puede poner anuncios ante las narices de las personas cuando es más probable que estén buscando productos específicos y darles la bienvenida con sugerencias.
Además, resurge ante los anunciantes como una tercera opción en un momento en el que los expedientes de Google y Facebook tienen algunas manchas. Algunos anunciantes, por ejemplo, todavía no han vuelto a YouTube, un canal publicitario importante para Google, después de que se descubriera que marcas como AT&T aparecían junto a vídeos que promovían el racismo o el terrorismo.
En este sentido, Amazon es diferente porque tiene un entorno mucho más controlado dentro de su sitio web de comercio electrónico donde se venden los productos.
Y es diferente por otro motivo: porque no se limita a vender anuncios online. Las oportunidades para publicitarse en Amazon pueden aumentar a medida que abre nuevos espacios publicitarios en varias plataformas o dispositivos. Siguiendo con el ejemplo de Verizon, la compañía pronto realizará una prueba: colocará anuncios de uno de sus servicios de comunicaciones en los paquetes de Amazon que se entreguen en los códigos postales donde esté disponible este servicio de Verizon.
Es decir, que los paquetes de Amazon que nos entrega el repartidor podrían llevar dentro de poco anuncios insertados. Así, el gigante del e-commerce no sólo les ofrece a los anunciantes publicitarse online, sino que les cuela directamente en las casas de potenciales clientes.
La sombra de Amazon es alargada y podría hacer mucho daño a Facebook y Google.