La primera ministra británica, Theresa May, afirma que es la UE la que debe modificar y avanzar en sus propuestas sobre el brexit. Así lo aseguraba antes de la entrada a la cena de líderes comunitarios en Austria. En cambio poco antes el presidente del Consejo, Donald Tusk, pedía lo mismo al Reino Unido.
En Capital Radio, la profesora de la Universidad Francisco de Vitoria, Ana Capilla, reconoce que Theresa May lo tendrá difícil en la negociación con Bruselas y dada la oposición que tiene dentro de su propio Parlamento.
May se muestra inflexible en relación con las fronteras con Irlanda: "Pues bien, acojo con satisfacción el hecho de que Michel Barnier reconozca la necesidad de encontrar una nueva solución, porque la propuesta original presentada por la Comisión Europea era inaceptable para nosotros. Siempre hemos reconocido que existen circunstancias únicas que se aplican en Irlanda del Norte, por ejemplo, en relación con los controles de algunos productos agrícolas. Pero lo que no podemos aceptar es que Irlanda del Norte se separe del territorio aduanero del Reino Unido".
May ha reiterado su rechazo a celebrar un segundo referendo. Donald Tusk insiste, por su parte, que el Reino Unido deberá reelaborar sus propuestas para Irlanda y el futuro marco de cooperación económica entre Londres y Bruselas: "Algunas de las propuestas del Primera Ministra May de Chequers indican una evolución positiva en el enfoque del Reino Unido, así como una voluntad de minimizar los efectos negativos de Brexit. Con esto me refiero, entre otras cosas, a la disposición a cooperar estrechamente en el ámbito de la seguridad y la política exterior. En otras cuestiones como la cuestión irlandesa o el marco para la cooperación económica, las propuestas del Reino Unido tendrán que ser reelaboradas".
Tusk espera que se logre cerrar el acuerdo para el brexit en otoño y para ello propondrá celebrar una cumbre a mediados del próximo noviembre.
En cualquier caso la cena de anoche en Salzburgo estuvo centrada en la inmigración. El presidente del Consejo asegura que se va por la buena dirección
Y eso que se escucharon críticas a la postura de los países del este, a la de Italia y también a España por no acoger a refugiados. El ministro húngaro de exteriores, Peter Szijjarto, insiste en que cerrarán las fronteras: "Es obvio que los funcionarios de la ONU que difunden estas mentiras sobre Hungría son partidarios de la inmigración, pero tengo que decirles que Hungría nunca será, nunca será un país de inmigrantes. Siempre protegeremos la seguridad del pueblo húngaro. Nunca permitiremos que un solo migrante ilegal entre en el territorio de nuestro país y siempre protegeremos nuestra propia frontera".
Los datos que ha presentado la comisión aseguran que se ha producido una drástica caída de los flujos migratorios, ha pasado de 2 millones de llegadas de irregulares en 2015 a menos 100.000 este año. Tusk ha pedido a los mandatarios apoyo para intensificar los esfuerzos de cooperación con los países del norte de África y propone una cumbre con los países de la Liga Árabe en Egipto en febrero del próximo año.