La cumbre de líderes comunitarios de Bruselas va a tratan el futuro tras el brexit, y el diseño del presupuesto más allá de 2020. El objetivo del presupuesto plurianual de Europa para después de 2020 tiene que paliar el agujero que provoca la salida británica.
Y es que el Parlamento Europeo pide que las contribuciones de cada país pasen del 1% de la renta nacional bruta al 1,3%. Y la Comisión ofrece el 1,1% hasta un máximo del 1,2%. España, Francia y Alemania estarían dispuestos a aumentar su contribución. Aunque los Estados más críticos o escépticos están decididos a oponerse. Sobre la mesa también están también la posibilidad de buscar nuevas fuentes de recursos, como posibles impuestos a nivel Europeo o la de condicionar la recepción de fondos comunitarios al respeto del Estado de Derecho.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, sin el Reino Unido, también estudiarán el panorama de cara a las elecciones de 2019.
Los líderes comunitarios estarían de acuerdo en dotar más presupuesto en la lucha contra la inmigración ilegal y en mejorar la seguridad. Discrepan en la necesidad de aumentar las contribuciones al presupuesto.
El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, explicará a los líderes europeos la posición de los eurodiputados antes de que comience el encuentro.
En este contexto, los eurodiputados han señalado que el marco presupuestario debería "ampliar sustancialmente" los programas de investigación y Erasmus+ con el objetivo de "garantizar el progreso en la lucha contra el desempleo juvenil y en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas".
También han abogado por incrementar la flexibilidad del presupuesto, de tal modo que exista margen para enfrentarse a eventos imprevistos, y establecer un mecanismo mediante el cual aquellos Estados miembros que no respeten los valores de la UE tengan "consecuencias financieras".