En Movilidad Renovable hemos contado expertos en el campo de los combustibles renovables que han discutido el estado actual, los desafíos y el futuro de estos carburantes como una alternativa para la descarbonización. Han participado José Ramón Freire, director general de Bio-e; María Jesús Martínez, investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del CSIC; y Patricia Pizarro, investigadora senior del IMDEA. Como siempre con Inés Cardenal, portavoz de la Plataforma para los Combustibles Renovables. Los expertos apuntan a que España tiene la oportunidad de ser líder en investigación y en producción de estos combustibles.
Y es que los combustibles renovables se enfrentan a una paradoja en Europa: mientras se impulsa fuertemente su investigación, especialmente para sectores como la aviación y el transporte marítimo, las políticas actuales limitan su desarrollo comercial a gran escala.
José Ramón Freire, director general de Bio-e, ha criticado el enfoque regulatorio europeo: "Es importante apoyar y no limitar, ayudar y no prohibir, incentivar y no multar. En la Unión Europea y en España estamos yendo por el camino contrario". Según explicó, "los biocombustibles son ahora mismo el 90% de la energía renovable en el transporte", pese a lo cual enfrentan límites restrictivos.
La investigadora María Jesús Martínez, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas-CSIC, destacó los avances en investigación: "Ya tenemos combustibles a partir de biomasa de primera generación, utilizando algunos compuestos que pueden interferir con la cadena alimentaria, pero también de segunda generación donde se utilizan residuos".
Por su parte, Patricia Pizarro, investigadora senior del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA), señaló que "uno de los retos principales es desarrollar o adaptar las tecnologías para nuevos recursos, especialmente los residuos sólidos orgánicos que tienen un gran potencial para obtenerlos".
Inés Cardenal señala que en Europa "se están abriendo debates", pero no terminan de tener en cuenta las posibilidades de los combustibles renovables para reducir emisiones de manera inmediata.
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Hablamos de la investigación y del momento de los combustibles renovables con José Ramón Freire, Director General de Bio-e; María Jesús Martínez, investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del CSIC; y Patricia Pizarro, Investigadora Senior de IMDEA. Como siempre gracias a Inés Cardenal, portavoz de la Plataforma para los Combustibles Renovables.
Necesidad de escalado industrial
Todos expertos coinciden en que el principal desafío es pasar de la investigación a la implementación comercial. "Las empresas en España están preparadas, tienen la tecnología, saben hacerlo, pero no se les acompaña desde la regulación y la fiscalidad", señala José Ramón Freire.
Por su parte María Jesús Martínez apunta que "quizá debemos poner el foco en aquellas soluciones que están más cerca de ser una realidad, aunque no sean las ideales". En este sentido, advirtió que mientras algunas tecnologías podrían tardar décadas en ser viables comercialmente, "los biocombustibles de primera y segunda generación los tenemos ya y los podríamos tener implantados en mayor porcentaje en los próximos cinco años".
Patricia Pizarro añade que uno de los retos principales es "no solo mejorar las tecnologías existentes, sino desarrollar o adaptar las tecnologías para nuevos recursos" como los residuos sólidos orgánicos6. Estos residuos, según Pizarro, tienen un gran potencial porque están compuestos principalmente de carbono e hidrógeno.
Inés Cardenal menciona la presentación de la brújula de la competitividad por la Comisión Europea, pero apunta que esta da "señales tibias de neutralidad tecnológica". La portavoz de la Plataforma para los Combustibles Renovables destaca que los combustibles renovables pueden aprovechar la infraestructura existente en España, que tiene un sistema logístico eficiente, y que no es necesario esperar a renovar todo el parque de vehículos.
El debate concluyó con un llamamiento a la acción coordinada entre sector público y privado para aprovechar el potencial de los combustibles renovables en la transición energética, destacando la necesidad de una regulación que fomente la innovación y el desarrollo de esta industria estratégica.