La economía estadounidense ralentiza su crecimiento en el primer trimestre del año. El PIB creció en los tres primeros meses del año a un ritmo del 2,3% en tasa anual. Son 6 décimas menos que en el trimestre anterior, pero queda por encima del 2% de crecimiento que esperaban los expertos.
El gasto de los consumidores, el principal motor de la economía de EEUU, también ralentizó su crecimiento, hasta el 1,1%, frente al 4% que aumentó en el cuarto trimestre de 2017. Fue el mayor crecimiento de los últimos tres años.
Destaca también el dato de inversiones en infraestructuras, que creció un 12,3%. El gasto en equipamiento aumentó, por su parte, un 6,1%. La inversión residencial se mantuvo plana. El valor de los inventarios se incrementó hasta los 33.100 millones. Las exportaciones crecieron a un ritmo del 4,8% y las importaciones un 2,6%.