A la hora de escoger un sucesor, el hombre tenderá a escoger a un hombre y la mujer a una mujer. "Y no por mala fe, sino por afinidad en modelos de pensamiento", explica Reina. Si queremos romper ese círculo vicioso, sólo hay una manera efectiva, según el autor de 'El mentor': "las cuotas por ley, que discriminan positivamente a la mujer". Según Reina, se trata de un mal menor, porque si la mujer ha llegado hasta ahí, es que es buena.
Hombres y mujeres son distintos a la hora de liderar: "Las mujeres aportan una mayor visión de conjunto: evalúan de forma más completa las opciones; mientras que los hombres tienen una visión más focal: identifican con mayor facilidad los objetivos o alternativas", explica Reina. Esto se debe a la biología, que condiciona nuestra manera de pensar y actuar.