Citi ha revisado a la baja su previsión de crecimiento mundial para este año: pasa desde un 2’7% hasta un 2’5%. Según apuntan, este descenso se debe a dos factores: por un lado, la ralentización de la actividad en economías desarrolladas y, por otro, la debilidad de los mercados emergentes.
Citi asegura que la economía mundial podría incluso crecer por debajo de un 2% debido a una medición errónea en los datos de expansión de China y debido también a un deterioro mayor de lo esperado en las economías emergentes.
Los expertos anticipan además una relajación de la política monetaria del BCE y del Banco de Japón. También se muestran preocupados por el referéndum británico, apuntan que el Brexit supone otro riesgo global a corto plazo que podría golpear la economía del Reino Unido y de la Unión Europea.