Tras un mes del inicio de las protestas en Hong Kong, la jefa ejecutiva, Carrie Lam, ha vuelto a decir que descartan que vuelva a tramitarse el proyecto de ley de extradición, asegurando que “está muerto”. Ha habido cinco manifestaciones en la isla en el último mes y medio por este proyecto de ley. La manifestación más multitudinaria contó con dos millones de asistentes. Este domingo hubo otra, pero apenas superó los 200.000 manifestantes, según el Frente Civil de Derechos Humanos, principal promotor de estas protestas.
Esta ley de extradición permitiría que los hongkoneses fueran enviados a China continental para ser juzgados por ciertos delitos. Las autoridades aseguran que las extradiciones de esta ley se aplicarían solo en delitos de sangre y violentos penados con más de siete años de cárcel, como crímenes y violaciones.
Sin embargo, la mayoría de los hongkoneses sienten que su libertad peligraría con esta ley ya que es mucho mayor que la que tienen en el resto del país gracias a su independencia judicial, reconocida por el modelo de “un país, dos sistemas” establecido tras la devolución a China por parte del Reino Unido en 1997. Además, los hongkoneses temen ser juzgados en los tribunales de China, que están al servicio del autoritario régimen del Partido Comunista y donde la mayoría de los casos acaba en condena.
De todas formas, Lam no ha aclarado si el proyecto de ley se retira de forma definitiva, tal y como demandan los opositores y no ha podido asegurar que el Gobierno no vuelva a iniciar el proceso de su tramitación en el Consejo Legislativo. Las declaraciones de Lam no han satisfecho a la oposición, que rechaza todo lo que no sea una retirada definitiva.
Además, desde el Frente Civil de Derechos Humanos consideran que las palabras de Carrie Lam, "no significan nada nuevo" y que se encuentra en la misma posición en la que ya se situó el día 15 de junio. Bonnie Leung, portavoz internacional de este frente, asegura que Lam sigue sin decir que retira la iniciativa y que no es correcto utilizar la palabra "muerta" en ninguna de las leyes de Hong Kong ni en ninguno de los procedimientos legales del Consejo Legislativo.
Leung ha recalcado también que la jefa del Ejecutivo no ha cumplido ninguna de sus cinco peticiones: la retirada definitiva del proyecto de ley, su dimisión, dejar de considerar las protestas como disturbios, la libertad de los detenidos en estas y abrir una investigación sobre la "violencia" policial.
En relación a esto, Lam ha anunciado la creación de un comité independiente para investigar, pero sin un juez de por medio, la actuación de la policía durante las protestas que han azotado la ciudad durante el último mes. También ha prometido establecer una plataforma para el diálogo con los opositores a la ley.